TEÓLOGO EMPRENDEDOR

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La fotografía que encabeza este artículo me hizo reír mucho, no solo por la jocosidad de la misma sino por la forma de expresar la verdad contenida en ella; simplemente la foto es genial, al menos para quienes sabemos de qué trata.

Quien escribe estas líneas es teólogo de profesión (con una licenciatura y maestría); graduado ya hace muchos años. Con el tiempo llegué a convertirme en profesor de varios seminarios teológicos dentro y fuera de mi denominación, además fungí como director nacional de educación teológica por algunos años en mi país lo que me ha permitido conocer a fondo la realidad de esta linda, pero a veces decepcionante carrera llamada TEOLOGÍA (el título otorgado varía de una casa de estudios a otra: Licenciatura en Ciencias Sociales y Religiosas, Licenciatura en Teología Sistemática, Licenciatura en Teología de la Sociedad, Licenciatura en el Estudio de la Religión, «Escolari in Sagrada Escritura» 😀 etc., la creatividad para poner nombre a esta profesión no tiene límites).

Ahora bien, no tomen a mal estas líneas pues lo mío no es burla, al contrario, es humor sano. Escribo con conocimiento de causa, la teología como profesión (me refiero al estudio sistemático y formal en seminarios o universidades) es hermosa; permite a sus discípulos escudriñar las profundidades de la Biblia, dialogar con filósofos cuyos pensamientos son increíbles y a la vez interactuar con otras ciencias como la sociología, sicología y antropología. De ahí que un teólogo llegó a decir que la teología es el puente entre la ciencia y la filosofía, y uno más osado declaró que “la teología es la reina de las ciencias y todas las otras disciplinas son sus vasallos” (R.C. Sproul). Okey, no estoy seguro si esta última afirmación sea cierta o más bien un arrebato emocional de Sproul por elevar su carrera a niveles míticos; pero una cosa es cierta…, LA TEOLOGÍA ES UNA CARRERA PROFUNDAMENTE BELLA en muchos sentidos (quienes la han estudiado sabrán confirmar lo que estoy diciendo).

Sin embargo, y ésta es una realidad que todo teólogo (latinoamericano, debo aclarar) debe afrontar: ¡TU CARRERA NO TE DARÁ UNA FORTUNA FINANCIERA! Así es, la teología como carrera no te asegura un puesto en alguna organización cristiana, tampoco garantiza un cupo como maestro de algún seminario (y aunque así fuese no esperes ganar mucho, créeme lo que digo), esta carrera no te convertirá en una figura pública con miles de seguidores, y mucho menos te catapultará al poder en todos los sentidos que éste pueda implicar. ¡NO! la carrera de teología no hará eso por ti, pero tampoco te dejará en la quiebra…, al menos si no haces algo al respecto y de eso quiero escribir en los próximos párrafos porque a fin de cuentas, haber estudiado teología no es un error ––como me dijo un ex-alumno con quien me encontré trabajando en un centro comercial––. No fue una equivocación si en verdad tenías vocación para esto, y sí lo fue si fuiste enviado al seminario porque tus pastores se querían deshacer de ti o porque no sabías qué hacer con tu vida y pensaste que dentro del Instituto Bíblico encontrarías tu propósito. Entiende esto: es lo que haces con los recursos recibidos lo que determinará tu nivel de felicidad y realización personal.

VEAMOS, ya dijimos que esta profesión no te volverá rico, famoso, influyente o poderoso; al menos que hagas algo al respecto. De hecho mi propia experiencia me ha enseñado un par de lecciones que hoy comparto contigo y que creo pueden ayudarte a hacer de tu carrera un trampolín hacia el logro de tus metas más osadas.

  1. NO TE QUEDES SÓLO CON ESTA CARRERA: estudiar teología es fantástico pero sé sabio, estudia además otra carrera o aprende un oficio, para así tener los recursos financieros que te permitan vivir en este mundo monetario. De esa manera tendrás libertad económica para moverte a gusto y seguir escarbando en los misterios escriturales sin tener que mendigar el favor de tus padres a tus cuarenta años…, ¡Recibe!
  2. SÁCALE PARTIDO A TU PROFESIÓN: si eres teólogo al igual que yo haz que tu título valga. Sácale provecho comenzando tu propio emprendimiento como orador, profesor on line, asesor de líderes, coach. Pero para esto deberás prepararte porque si bien la teología te da una base no es suficiente, debes construir tu futuro sobre el fundamento teológico que ya tienes.
  3. ESCRIBE UN LIBRO: pasártela todo el día posteando frases geniales en tus cuentas sociales te hará conocido, pero los likes no llevarán comida a tu mesa. Usa tu creatividad y ese don de escritor que tienes oculto…, ¡anímate a escribir tu primer libro! Pero sé realista, esto no te convertirá en una persona adinerada pero sí en alguien con credibilidad. Las personas que escribimos libros y que éstos son leídos por cientos (o miles) nos hacemos referentes y por tanto, «más caros» (el que entendió, entendió).
  4. ACEPTA INVITACIONES INCLUSO AL FIN DEL MUNDO: sé un trabajador compulsivo, no rechaces invitaciones a dar clases o predicar, incluso si eso significa viajar cientos de kilómetros; son puertas que Dios abre para ti pero que sólo los más esforzados se atreverán a cruzar. Una vez ya tengas «cancha» (después de muchos años) podrás darte el lujo de rechazar ciertas ofertas, pero mientras seas novato…, ¡vamos, agradece que te tomen en cuenta y dale!
  5. COMIENZA UNA IGLESIA, NO ESPERES QUE TE DEN UNA: si además de ser un teólogo titulado tienes llamado pastoral, ¿qué esperas para comenzar una iglesia local? Pero ojo, hazlo por los motivos correctos. Las iglesias no son para hacerte rico, el móvil de comenzar una congregación debe ser el correcto, no el prosperar a costa de la gente (si eso viene que sea legítimamente espiritual). Ahora bien, si ya eres pastor de una iglesia y además teólogo haz que tus predicaciones sean cátedras profundas de teología, piedad, misericordia y soluciones prácticas. Tus feligreses nunca te olvidarán y te respaldarán.
  6. INICIA MINISTERIOS NOVEDOSOS: entiende que las mentes creativas siempre tienen trabajo, por tanto, ¡¿qué rayos haces trabajando en esa tienda?! Ojo, no digo que esto esté mal si sólo es temporal, pero si te graduaste como teólogo (licenciado o máster), ¿por qué no usas el ADN creativo que Dios puso en ti para impulsar algún ministerio nuevo, pertinente y que aporte valor a las personas? Una cosa es cierta, la sociedad ha cambiado y tú puedes dar solución a problemas que antes no existían.
  7. PIENSA FINANCIERAMENTE: a los alumnos en los seminarios no se les enseña a pensar como emprendedores sino como teólogos (dura realidad); sin embargo tienes que entender que el mundo real, no el de las ideas, se mueve en base a dinero ––te guste o no, así es––. Por eso capacitarte en estudios de economía o principios financieros nunca estará demás; si puedes conectar con empresarios para aprender de ellos sería genial. Esto te ayudará a educarte en finanzas y con el tiempo surgirán ideas para salir de tu mediocridad económica. Me gustaría recomendarte el famoso libro de Robert Kiyosaki, pero mejor te recomiendo el mío (jajaja): «Creados para crecer, Creados para Emprender» del súper escritor Gabriel Gil (modestia aparte).
  8. SI ERES PROFESOR DE TEOLOGÍA…, ¡BRILLA!: los alumnos siempre recuerdan a dos tipos de profesores, los aburridos que te hacen dormir en clases y los brillantes, aquellos que te hacen pensar y soñar. Sé de los segundos, ya sea que des clases en pequeños institutos bíblicos o grandes universidades, simplemente resplandece, pero no para competir con tus colegas ni para mostrarte arrogante; hazlo por la pasión que llevas dentro. Entonces sin darte cuenta te irás convirtiendo en un referente dentro del seminario y tus propios alumnos te recomendarán para más y mejores propuestas.
  9. NO TE CANSES DE CREER EN TI: yo sé que esto suena trillado ¿pero sabes?, ¡funciona! Recibe esto: «jamás avanzarás más allá de la opinión que tengas de ti mismo». Por eso es importante que dialogues todos los días contigo…, ten reuniones extraordinarias con tu yo y nunca olvides felicitarte y darte ánimos, si no lo haces tú, ¿quién? Hay un Dios que cree en ti, es hora que te pongas de acuerdo con Él, entonces el crecimiento vendrá en todos los sentidos (¡no eres un perdedor!).
  10. ÁBRELE CAMINOS A LOS NUEVOS: jamás habría llegado hasta donde he llegado si no hubiese sido por personas que me recomendaron, que hablaron bien de mí, que me dieron la oportunidad de dar clases por primera vez, de pastorear por primera vez, de escribir libros por primera vez. Al igual que esas personas yo también he sido un abridor de caminos para otros, esto me permite sembrar en el Reino y así algún día mi cosecha será inmensa…, o tal vez ya lo es.

FINALMENTE

Estudiar teología no es una pérdida de tiempo, es una inversión colosal, una decisión genial que puede abrirte puertas de bendición en todos los niveles (eso incluye lo financiero), pero debes saber potenciar tu carrera; no quedarte con el cartón recibido. Actualízate, capacítate (pero no regatees, paga lo que se deba pagar, los cursos de excelencia cuestan caro), aprende de quienes van delante de ti y han tenido éxito, atrévete a escribir, a liderar, a influir, acepta los desafíos y si nadie te presenta ofertas construye tus propias propuestas. Sé un emprendedor del Reino, un teólogo-loco, un soñador empedernido, uno que haga lo que nadie ––o muy pocos–– ha hecho. SÉ UN TEÓLOGO DEL SIGO 21, un teólogo latinoamericano que aporte a la academia y también a la iglesia de Jesucristo; entonces tu abundancia integral se instalará en tu vida para no irse jamás.

by Gabriel Gil (Teólogo de profesión, pastor por vocación, escritor en formación y coach-mentor de oficio completo).


SEIS LIBROS QUE pueden hacer click en tu corazón de teólogo, lo hicieron en el mío y me ayudaron a emprender:

  • El éxito a la manera de Dios. De Charles Stanley
  • Los principios del éxito. De Jack Canfield
  • Viva la vida, no sobreviva. De Ron Jenson
  • Enciclopedia de la Excelencia. De Miguel Ángel Cornejo
  • El hombre más rico de Babilonia. De George Clason
  • El hombre en busca de sentido. De Viktor Frankl

CUATRO ORADORES que estremecieron mi mundo interior y me ayudaron a dar el salto de fe; es decir, convertirme en un teólogo emprendedor:

  • Zig Ziglar
  • Jim Rohn
  • John Maxwell
  • Tonny Robbins

BREVE RESUMEN de algunos de mis logros…, en una lámina ⬇️

Mis logros - Actualizado

 

LA UNCIÓN SIN EDUCACIÓN TE MATA

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Hace algunos días publiqué en mi fans-page de Facebook la foto que ven arriba cuyo contenido no es más de tres líneas y es lo mismo que estoy utilizando como encabezado para este artículo (https://www.facebook.com/gabrielgilfans/). Las reacciones fueron diversas: algunos aprovecharon para despotricar sus frustraciones contra los seminarios teológicos, algunos se lanzaron con todo contra teólogos, sicólogos y filósofos, otros me ‘corrigieron’ instándome a no publicar este tipo de post porque «dañan al pueblo», pero muy pocos interpretaron correctamente el «mentado párrafo», y otros preguntaron con toda nobleza qué quise decir. A ellos ––los que le achuntaron y los que preguntaron–– va este pequeño artículo en el cual hago una interpretación del enuncio LA UNCIÓN SIN EDUCACIÓN TE MATA. Sin embargo antes de interpretar sírvase leer los siguientes puntos, mi intención es educarle, nada más.

1. UNCIÓN, SIGNIFICADO. Fuentes: https://www.significadobiblico.com/uncion.htm y https://www.gotquestion.org/Espanol/ungido-uncion.html

El significado bíblico de unción se refiere a aplicar aceite por alguna zona del cuerpo a modo de purificación, honor y respeto. Aunque en algunos casos la unción también se usaba a modo curativo. También se usaba en los ritos de consagración de muchos reyes, sacerdotes y profetas. La unción se realizaba siempre en un lugar sagrado, y simbolizaba un acto de respeto y unión, pero sobretodo de purificación. La unción era a veces aplicada incluso a objetos, para así purificarlos o ‘darles suerte’. Se han encontrado espadas en donde se decían que se usaba la unción para darles la mayor de las suertes en las batallas. Esta palabra en un uso menos sagrado, significaba el aseo corporal de las personas, el cuidado e higiene, aunque no estaba relacionado en absoluto con algo sagrado.

Podemos encontrar la palabra unción en algunos de estos pasajes :

  • Éxodo 35.  «y las especias aromáticas, y el aceite para el alumbrado, y para el aceite de la unción, y para el incienso aromático»
  • Éxodo 30. «Y harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa»
  • Éxodo 30. «Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones»

OTRA DEFINICIÓN: El origen de la unción viene de una práctica de los pastores de la antigüedad. Los piojos, garrapatas y otros insectos a menudo entraban en la lana de las ovejas, y si llegaban cerca de la cabeza de las ovinos podían hacer una madriguera en sus orejas y matarlas. Entonces los antiguos pastores vertían aceite en la cabeza de sus animales. Esto para que la lana quedara resbaladiza, lo que hacía imposible que los insectos llegaran cerca de las orejas de las ovejas (los insectos se deslizaban, no podían agarrarse del pelo). De esto, la unción llegó a ser símbolo de bendición, protección y empoderamiento.

Las palabras griegas del Nuevo Testamento para «ungir» son chrio, que significa «untar o frotar con aceite» y, por implicación, «consagrar para un oficio o servicio religioso»; y aleipho, que significa «ungir.” En tiempos bíblicos, la gente era ungida con aceite para significar la bendición de Dios o el llamado de Dios a la vida de esa persona (Éxodo 29:7; Éxodo 40:9; 2 Reyes 9:6; Eclesiastés 9:8; Santiago 5:14). Una persona era ungida para un propósito especial – para ser un rey, un profeta, un constructor, para recibir sanidad, etc. No hay nada malo con ungir una persona con aceite hoy en día (muchas iglesias lo hacen). Sólo tenemos que asegurarnos de que el propósito de la unción esté de acuerdo con las Escrituras. La unción no debe ser vista como una «poción mágica». El aceite mismo no tiene ningún poder. Es solamente Dios quien puede ungir a una persona para un propósito específico. Si usamos aceite, es sólo un símbolo de lo que Dios está haciendo.

Otro significado de la palabra ungido es «escogido.» La Biblia dice que Cristo Jesús fue ungido por Dios con el Espíritu Santo para predicar la Buena Nueva y liberar a aquellos que habían sido cautivados por el pecado (Lucas 4:18-19; Hechos 10:38). Después de dejar Cristo la tierra, Él nos dio el don del Espíritu Santo (Juan 14:16). Ahora todos los cristianos somos ungidos (no solo algunos), todos fuimos escogidos para un propósito específico: promover el Reino de Dios (1 Juan 2:20). «Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” (2 Corintios 1:21-22).

2. EDUCACIÓN. Fuente: https://conceptodefinicion.de/educacion/

El concepto de educación se define como un proceso a través del cual, los individuos adquieren conocimientos, ya sea habilidades, creencias, valores o hábitos, de parte de otros quienes son los responsables de transmitírselos, utilizando para ello distintos métodos, como por ejemplo, mediante discusiones, narraciones de historias, el ejemplo propiamente dicho, la investigación y la formación. Tomando en cuenta la definición de educación, es importante acotar que únicamente no se da a través de palabras, puesto que en las acciones de cada individuo puede haber algo de ello, así como también en las actitudes y sentimientos. Por lo general el proceso educativo es dirigido por una figura de gran autoridad, como por ejemplo los maestros, los padres, directores, etc., pero eso no significa que una persona no se puede educar a si misma, por medio de un proceso que se conoce como aprendizaje autodidacta. Por tanto y tomando en cuenta todo lo expuesto, se puede entender que todo proceso que tenga como resultado un efecto formativo, en la manera en el que el individuo lo siente, piensa y actúa, se puede decir que es un proceso educativo. La educación entonces no sólo se da en las aulas, sino en la vida misma.

3. LA UNCIÓN SIN EDUCACIÓN TE MATA, Y ESTROPEA TU MINISTERIO (Interpretación).

Por educación no me refiero a un entrenamiento formal solamente (seminario teológico, instituto bíblico o universidad), sin embargo el haber tenido este tipo de capacitación no es malo (yo he sido uno de los afortunados); pero tampoco te hace un ministro superior (jamás afirmaría tal cosa). Bien lo mencionó el Dr. Ricardo Ramírez y la Ptra. Jessica Pereira, «hay ministros que sin haber pasado por seminarios han demostrado ministerios fructíferos»…, ¡así es! Pero también acertó el Abogado Pablo Cabrera quien dijo que «no hay que entender educación como un proceso sistemático solamente, sino integral»…, nuevamente ¡así es! También acertó Carol Segarra al decir coloquialmente, «¿también aplica al revés verdad? porque la educación sin unción también te mata»…, ¡bam!

Ahora sí, acá va mi interpretación:

Podemos contar con el respaldo del Espíritu Santo para hacer la labor encomendada (unción), pero a esa unción debemos agregarle educación: O sea formación ya sea formal o informal. Si tienes la oportunidad de ir a un seminario teológico a capacitarte hazlo, ¿qué mal te puede hacer? ¡Ninguno!, al contrario «educarás tu fe» (no todos entenderán esto). Pero si no tienes la oportunidad ––por los motivos que sean––, hay otras formas de educarte, ¡no hay excusas!: Leyendo libros, asistiendo a conferencias, hablando con ministros-mentores que te direccionen, participando de talleres, observando los aciertos y errores de compañeros en el ministerio, aprendiendo a mejorar tu carácter, tus hábitos, tu disciplina personal. La educación no está reservada para las aulas, es democrática y accesible sobre todo hoy que contamos con tantas herramientas para ser ser «ministros autodidactas»; y no obstante, insisto, si tienes el chance de entrenarte formalmente no dudes en hacerlo. Tu unción no será mayor, pero tu ministerio sí porque adquirirás herramientas reservadas para quienes las buscan.

La biblia dice que «Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan» (Proverbios 14:4). Salomón nos dice que con las herramientas adecuadas (bueyes) el granero (tu ministerio, tu proyecto, tu emprendimiento) será más fructífero (abundancia de pan); sin bueyes igual puedes conseguir el pan, pero será más trabajoso. ¡La educación formal o informal hace que tu unción sea más fructífera de lo que ya es! Al educarte aprendes a predicar mejor, orar mejor, discernir mejor, hablar mejor, callar cuando debes hacerlo, administrar mejor tu iglesia, tener conversaciones profundas y sencillas con la gente, al educarte comienzas a ver que tu ministerio adquiere nuevos niveles de espiritualidad, no para sentirte canchero o arrogante, sino para darle gloria a Dios. ¡¡La educación son los bueyes que necesitamos para que nuestros graneros estén llenos a reventar!! 

Deseo terminar con esto, muchos buenos ministros ––ungidos con poder––, no llegaron allí solo por orar, ayunar y leer la Biblia; ellos se educaron (formal o informalmente) y lo hicieron porque comprendieron que «la mucha letra mata…, pero la ignorancia». Pero también sé que buenos teólogos/educadores/conferencistas se extraviaron en sus muchos estudios, se corrompieron, apostataron, ¿por qué? porque dedicaron más tiempo a la academia y poco al Espíritu, esto también está mal. Ante esto ¿qué hacer? Una palabra lo resume todo: EQUILIBRIO. Es decir, «orar y estudiar», «ayunar y capacitarse», «leer la Biblia pero también teología», «predicar con unción, pero también con seriedad académica»…, al hacerlo te habrás convertido en un ministro NO SUPERIOR, pero sí uno que maneja a la perfección la educación y la unción, dos herramientas que no son enemigas, al contrario, son complementos que todo buen líder debe poseer de manera equilibrada.

by Gabriel Gil

 

Escucha Activa y Lenguaje Corporal

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Con buenos consejos los planes tienen éxito; no entres en guerra sin consejos sabios (Proverbios 20:18 NTV)

¿Qué nos dice Proverbios con este versículo? Los consejos sabios, los consejos dados a tiempo, los consejos bien fundamentados son pieza clave en la consolidación de cualquier proyecto, eso incluye la mejora de nuestras vidas. Los consejeros cristianos deben estar listos y dispuestos para ofrecer consejos que produzcan los resultados esperados en quienes los piden.

Ahora bien, en el mundo del COACHING y MENTORING ––donde yo me desenvuelvo––, existen dos buenas herramientas para utilizar a la hora de aconsejar personas, herramientas que los consejeros cristianos deberían considerar si en verdad quieren ofrecer un consejo sabio.

No tenemos el tiempo de estudiar a cabalidad estas herramientas, así que daremos un pantallazo a ambas.

1. Primera Herramienta: “LA ESCUCHA ACTIVA” (El sabio sabe callar; el tonto habla y causa problemas – Proverbios 10:14).

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla, así saber escuchar se convierte en uno de los principios fundamentales en cualquier proceso de consejería. La escucha activa se focaliza intencionalmente en la persona que uno escucha, ya sea en un grupo o sólo dos personas, para comprender lo qué se está diciendo. El consejero debería ser capaz de repetir en sus propias palabras lo que la otra persona haya dicho una vez terminada la sesión, hacerlo significará que en verdad se ejerció escucha activa. Sin embargo, la escucha activa no implica estar de acuerdo con lo que el otro está diciendo, sino comprender y empatizar con lo que se dice.

Los mentores expertos saben escuchar de manera tal que reducen el impulso natural de aconsejar, dar directrices o simplemente opinar.

No practicamos la Escucha Activa porque…

  1. No escuchamos con intención de comprender, sino de ser comprendidos
  2. Siempre tenemos algo mejor que decir
  3. En nuestra mente pensamos: “Ya sé…, ya sé lo que va a decir”
  4. Ya conocemos la respuesta
  5. No nos interesa lo que está diciendo nuestro interlocutor
  6. No entendemos el asunto tratado
  7. Preferimos contestar y dar consejos
  8. Pensamos que el problema está en nuestro interlocutor, no en nosotros
  9. Mientras nos hablan estamos pensando en lo que vamos a contestar.

UNA BUENA NOTICIA: ¡Puedes Mejorar tu Escucha Activa!

1. Deja de hablar (hay quien afirma que compensa aplicar la regla 30/70: el 30% de tiempo lo debemos dedicar a hablar y un 70% a escuchar)

2. No te dejes distraer por el ambiente: Enfócate en tu interlocutor y concéntrate

3. Mantén la mente despejada y evita los puntos muertos de la conversación

4. Debes evaluar el contenido y no la forma en que tu aconsejado dice las cosas

5. Mantén el contacto visual, ¡no lo pierdas! Pero tampoco exageres

6. Parafrasea y resume de vez en cuando: envía el mensaje que estás escuchando

7. Si eres distraído toma notas, pero antes pide permiso

8. No interrumpas a tu aconsejado ni saques conclusiones precipitadas

9. Debes centrarte en escuchar ideas principales y no datos

APRENDE ESTO: La Estructura de la Comunicación

        • 57% Lenguaje Corporal
        • 38% Tono de voz
        • 5% Palabras habladas

Vídeos recomendados:

2. Segunda Herramienta: EL LENGUAJE CORPORAL (El que guiña los ojos, el que hace señas con los pies, el que señala con los dedos – Proverbios 6:13)

El lenguaje corporal no es otra cosa que todo aquello que hacemos con nuestro cuerpo, o sea nuestros gestos. Últimamente este tema ha sido investigado y se estima que alrededor de el 57 al 65% de nuestra comunicación diaria con los demás es en base a la comunicación no verbal. Me impresiona cuan estrecho se relacionan nuestra mente, nuestras emociones y nuestro cuerpo.

Para entender mejor es necesario tener algún conocimiento de la PNL (Programación neuro-lingüistica); que trata de cómo nuestros pensamientos, lenguaje y acciones nos unen a otras personas, al mundo y a la dimensión espiritual.

Nuestro cuerpo y nuestra mente parecen invariables, pero se encuentran en un estado de cambio continuo, como un río. El movimiento y la metamorfosis de la mente y el cuerpo son incesantes; no obstante, hay algo que no cambia: Los pensamientos y la fisiología están íntimamente relacionados entre sí. Se los explico de la siguiente manera: Nuestros pensamientos afectan a nuestra fisiología, del mismo modo que nuestra salud física y nuestro bienestar afectan nuestros pensamientos.

Algunos Tips para Leer el Lenguaje Corporal

  1. Si tu interlocutor inclina la cabeza hacia el lado izquierdo, es señal de que le interesa lo que dices.
  2. Nunca cierres una venta si tu cliente tiene los pies cerrados. Te está indicando que no le gusta, no le interesa, no le agradas o no lo has convencido aún.
  3. Sudar repentinamente al responder una pregunta es señal de nerviosismo extremo. La respuesta lo compromete, por eso suda.
  4. Al mentir tratamos de ocultar las manos. Además éstas se mueven menos de lo acostumbrado, las personas que mienten se quedan quietas, como para no llamar la atención. Es como que tratamos de escondernos, entonces tratamos de “ocultarnos”.
  5. Al hablar y hacer un “cúpula” con los dedos proyecta seguridad y decisión.
  6. Tocar el brazo durante el apretón de manos proyecta cordialidad y buena voluntad.
  7. Al hablar con otra persona, si te “presentan el rostro con una mano”, están dispuestos a escucharte y considerar lo que dices, aunque no estén de  acuerdo contigo.
  8. Cuando dos hombres hablan casualmente se colocan de lado. Si el ambiente es hostil entre ambos, se colocarán frente a frente. Las mujeres en cambio siempre prefieren hablar de frente.
  9. Dar la mano a medias o sin fuerza es la expresión máxima de desinterés. Lo mismo ocurre con una mirada de reojo y meneando la cabeza.
  10. Durante una negociación siéntate en la silla que está más lejos de la puerta, es la que tiene más poder.
  11. Hay personas que se acercan demasiado para hablar…, les gusta entrometerse o saber más de la cuenta. Pero puedes remediarlo al poner un pie al frente (si están parados), o bien, inclinarte hacia adelante de manera brusca, si están sentados.
  12. Al estar hablando con alguien no dejes que nada te interrumpa. Lo más común es que suene el teléfono y lo atendamos. La imagen que proyectamos es “mediocridad”, “simpleza”.
  13. Podemos aprender a sentarnos de manera “natural” y “atenta”: Nuestro rostro debe apuntar a quien habla; Manos y pies separados, dedos de las manos relajados; Torso ligeramente inclinado hacia adelante.
  14. No importa qué tan pronunciado sea el escote de la dama con la que estás hablando, no lo mires, ellas se dan cuenta al instante y lo detestan. La imagen que proyectamos al hacer esto es de un tipo necesitado y hasta pervertido (opinión de mujeres).
  15. Cuando alguien habla por teléfono, mientras más se separa el codo del cuerpo, más extrovertida es la persona.
  16. Un buen traje para los hombres denota personalidad, buen gusto y se vuelve más atractivo. Un vestido bonito y alegre en las damas denota que está en paz consigo misma.
  17. No siempre porque la cabeza de tu interlocutor apunta hacia ti es porque te está prestando atención. En realidad, es la orientación del torso la que determina el verdadero interés de alguien.
  18. Si la persona camina con las palmas de las manos hacia atrás, es tímido y reservado.
  19. Hablar con las palmas hacia arriba es querer demostrar inocencia y honestidad. Generalmente quien lo hace no tiene ninguna de las dos, ojo, “generalmente”.
  20. Al estar sentados con un interlocutor, si sus pies apuntan hacia arriba, es señal de dos cosas: No tiene interés en lo que estás diciendo y/ó, no le agradas. Quizá ambas.
  21. Al estar de pie, las manos atrás de la espalda proyectan autoridad, pero también desconfianza y alejamiento.
  22. Mientras más sonoro es el golpe en el piso al caminar, más dominante es la personalidad.
  23. Taparse la boca al hablar genera desconfianza y afecta tu credibilidad. Ni hablar de comerse las uñas.
  24. Llevar ropa ajustada (sin exagerar), denota preocupación de tu persona.
  25. Cruzar los brazos con ambas manos ocultas es señal de hostilidad. Generalmente se aprietan los puños.
  26. Cuando estamos sintonizados con alguien, cruzamos la pierna y con nuestro pie nos acercamos al interlocutor. Es una forma de acercarnos. Pero cuidado con dar una señal equivocada.
  27. Cuando le gustas a alguien su mirada recorre tus ojos y boca (el triángulo de la atracción). En caso contrario solo ve tus ojos.
  28. Mujeres, una de las maneras de atraer la atención de un hombre es tocarse discretamente un brazo, o jugar con el pelo. Es una señal que le gustas, pero es peligrosa cuando se utiliza fuera del matrimonio o de tu pareja.
  29. Tocar levemente el hombro o el brazo de alguien por un segundo genera más empatía que una sonrisa.
  30. Cuando tu interlocutor conversa contigo y se toca mucho las manos, se rasca la cabeza o se toca la cara, es señal de nerviosismo y que el tema le incomoda.

Tarea:

  1. ¿De qué manera la Escucha Activa me ayuda en mi función como Líder Juvenil?
  2. ¿Me sirve de algo aprender la interpretación del lenguaje corporal en mi labor como líder de jóvenes?

Charla dada a los líderes juveniles de la IDD en Chile en el Campamento de Jóvenes 2018. by Gabriel Gil. Pastor, Coach-mentor, escritor.

PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO (Clases en vivo)

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Profetas del Antiguo Testamento son clases en vivo a través de mi cuenta en facebook, a continuación las cuatro cátedras que he impartido hasta la fecha.

  • Haga click en el siguiente enlace para acceder a la Clase Nº 1: PROFETAS 1
  • Haga click en el siguiente enlace para acceder a la Clase Nº 2: PROFETAS 2
  • Haga click en el siguiente enlace para acceder a la Clase Nº 3: PROFETAS 3
  • Haga click en el siguiente enlace para acceder a la Clase Nº 4: PROFETAS 4

ADMINISTRADOR DE POCOS RECURSOS

apps_finanzasEscuché en cierta ocasión a un economista que daba un seminario para emprendedores cristianos ––yo asistí para recibir capacitación––. Su fluidez era impresionante así como el manejo de conceptos que hasta esa fecha yo desconocía, conceptos que vinieron a enriquecer mi vida y la de todos quienes escuchábamos con atención a este “gurú” de las finanzas. Una de las máximas que ese orador soltó fue ésta: LOS RECURSOS SIEMPRE SERÁN ESCASOS EN COMPARACIÓN CON LA DEMANDA.

Cuando escuché esto me estremecí por completo porque por fin entendí que la lucha que a diario enfrentaba al tratar de levantar mi emprendimiento con los pocos recursos que tenía no sólo era mía, sino de todos los hombres que el Señor había creado. Me sentí entonces aliviado pues hasta ese entonces me culpaba cruelmente porque a juicio mío, la escasez de recursos se debía a mi pecado, irresponsabilidad, mal manejo del dinero y todas esos fantasmas que vienen a la mente de uno cuando las cosas no salen (no obstante que algunos de esos pensamientos están en lo correcto, no los descartemos de plano, pero eso es tema para otra reflexión).

De esto hace ya varios años y desde entonces he venido trabajando los recursos que tengo a mano ––que nunca son suficientes por cierto––, recursos que me han permitido levantar mi emprendimiento-ministerio llamado MENTHOR por medio del cual cumplo mi propósito en la vida: “Guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas”.

Durante este tiempo ha habido un pasaje escritural que me ha acompañado “en las buenas y en las malas”, y ha venido a convertirse en una brújula espiritual que me muestra el camino cuando comienzo a perder la ruta, de este logos he descubierto algunas verdades que hoy quisiera compartir con usted.

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor (Mateo 25:21).

1. ¿Qué es un Recurso? ¿Qué es un Administrador?

  • Definamos lo que es un Recurso: No voy a enredarme aquí con grandes conceptos o significados complejos, tampoco recurriré a diferentes ciencias para explicar qué es un recurso. Me he permitido ser claro y sencillo en la definición que elaboré para ustedes: “Por recurso se entiende todos aquellos elementos ––tangibles o intangibles–– que sirven para alcanzar un objetivo, meta o beneficio”. Así entonces un recurso puede ser el dinero con el que contamos (sea mucho o sea poco), una habilidad con la que se nace (pintar, bailar, enseñar, tocar un instrumento, cocinar), una destreza aprendida (una profesión, un oficio, un arte), un patrimonio adquirido (tierra, campos, herencia), un inmueble (casa, edificio, local comercial), herramientas de trabajo (automóvil, oficina, computador, celular, cocina); suministros que nos facilitan la vida (luz eléctrica, agua potable, internet); un recurso puede ser incluso el propio cuerpo (manos, pies, mente, voz, etc.). En fin, los recursos tienen diferentes “formas, colores y sabores”; no obstante éstos no producirán ningún bien si no se los trabaja.
  • Definamos lo que es un Administrador: “Un administrador es la persona encargada de gestionar los bienes de otro”, y por gestionar debe entenderse la capacidad para potenciar, maximizar, sacar el mejor provecho de los recursos que se les ha confiado. Un administrador ––en cualquier empresa que trabaje–– debe realizar al menos cuatro tareas básicas: Organizar, planificar, supervisar y controlar los recursos, procurando que éstos rindan más de lo que en esencia son a fin de llevar a la empresa al éxito (o al cumplimiento de su misión). Así entonces cada ser humano es un administrador de los recursos que Papá Dios le ha dado, sean muchos o sean pocos, el hombre debe administrarlos de la mejor manera ––según su capacidad–– pues de esta manera podrá acceder a “mayores recursos”. De eso hablaremos en los siguientes ítems.

2. Administradores de los Recursos divinos.

En el versículo que les mencioné (Mateo 25:21) se ven dos principios de economía que pueden ser aplicados de manera universal (les recomiendo leer todo el contexto, es decir Mateo 25:14-30). El primero de ellos es que a todos se nos han dado recursos (tangibles o intangibles), a unos se les da más y a otros se les da menos, esto ocurre según la capacidad del hombre para administrarlos: “Al que tiene más (mayor capacidad de administración, más empuje, más pasión, más proactividad) se le da más, pero al que tiene menos (menor capacidad de administración, por mediocridad, flojera, vergüenza, ignorancia o procrastinación) aún lo que tiene se le quitará” (Mateo 13:12). Esto parece injusto pero no lo es, la vida es sabia y ella no desperdicia recursos en quien no está dispuesto a duplicarlos. El segundo principio que encontramos es que al ser buenos administradores de los pocos recursos ––que es una constante en la vida del hombre––, podremos acceder a más y mejores recursos, pero para que esto ocurra la clave es ser buenos mayordomos de lo poco, de lo escaso, de lo que no abunda; si hacemos esto calificamos para recibir más. Esto mis amados lectores es una ley cósmica y comprobadamente eficaz a quienes la hemos vivido. Se los pongo de esta manera: SI QUIERE GOBERNAR SOBRE MUCHAS CANTIDADES APRENDA A GOBERNAR SOBRE LA ESCASEZ EN LA QUE SE ENCUENTRA.

3. ¡Tu Futuro puede ser Grande!

Lejos de que este subtítulo sea una mera arenga de motivación es una verdad que hallamos en la Biblia, específicamente en Job 8:7 que dice: “Aunque tu principio fue pequeño, tu futuro será enorme”. ¡Wow! ¿quién no se emociona con versículos como éste? Sin embargo para que esto ocurra debemos entender lo siguiente:

  • Siempre se inicia desde abajo: Los más grandes proyectos nacieron de ideas sencillas; las más grandes empresas iniciaron con un capital irrisorio; los ministerios más efectivos fueron producto de gente simple de escasos recursos.
  • Es imposible alcanzar la grandeza sin antes haber experimentado la bajeza, sólo así disfrutaremos la cima…, cuando hayamos vivido todo el sacrificio que significa escalar “desde abajo” entonces y sólo entonces nos deleitaremos al estar arriba.
  • El futuro prometedor que Dios planeó para sus hijos es accesible a todos, pero no todos estarán dispuestos a conquistarlo (es más fácil soñar que hacer, así lo declara Proverbios 13:4).

A MODO DE CONCLUSIÓN:

Invierte, negocia, gestiona…, ¡BAM! Disfruta del éxito

Me resulta sumamente atractivo el contexto en el que se da “el versículo brújula” del cual he realizado este artículo, en él encontramos al Maestro de maestros hablándonos directamente al corazón. Y respecto a esto les comparto una conversación que tuve con el Jefe Supremo cuando me encontraba en el hoyo de la miseria, allí donde quizá también usted ha estado. Siga leyendo pues quizá mi tertulia con el Creador pueda ayudarle.

–– ¿Por qué no me bendices Señor como lo has hecho con mi vecino? Él no te sirve, no te teme y mucho menos te ama como yo, pero a él le va bien mientras que a mí, ¡mírame! apenas si me alcanza para vivir y eso que trabajo para ti.

–– Gabriel ––me dijo––, te he bendecido con recursos de los más variados, tu misión en la tierra es utilizarlos para Mi gloria, para beneficio de otros y para tu propio sustento, ¿lo estás haciendo? No te los he dado para que te compares sino para que los trabajes.

–– ¡¿Cuáles recursos?! No tengo dinero, no tengo título universitario, no tengo un puesto en alguna organización importante, ¡¿cómo te atreves a decirme que me has bendecido con recursos?! Ah si tan sólo tuviera la suerte de otros, ¡a ellos sí que les ha ido bien!

–– ¡¡¿No te he dado recursos?!!, me dijo con voz temible. ¿Y las 24 horas que todos los días fabrico para ti no cuentan? ¿las manos y pies que cuelgan de tu cuerpo no sirven para nada? ¿qué hay de la mente lúcida que contiene tu cerebro…, acaso no es un recurso? ¿Y qué me dices de la buena mujer que puse a tu lado para que te acompañe todos estos años, una esposa que te ama, cuida, te aconseja y hasta cocina para ti, no es ella una ayuda idónea para ti? ¿es que las hijas sanas, bellas y fuertes que te di no son un recurso?

–– Perdóname Señor

–– ¡Calla y escucha! ¿No que te las sabías todas? ¿no que te considerabas muy inteligente? ¿es que querías disputar conmigo? Ahora escúchame bravucón: ¿Acaso no naciste con habilidades especiales, únicas, irrepetibles?

–– ¿Cuáles Señor? Y no pregunto con osadía, ya no, quiero aprender de ti postrado a tus pies.

–– Gabriel, Gabriel, Gabriel, te creé con un Propósito y tú ya lo descubriste, ¿sabes cuantos de mis hijos deambulan de un lugar a otro, de un trabajo a otro, de una relación a otra porque no saben con exactitud para qué vinieron a este mundo? ¡Pero tú sí! Tú mismo lo enseñas, lo declaras, lo afirmas por doquier, ¿quieres que te lo recuerde?

–– No Señor, ya lo sé, “guiar a las personas hacia Ti ayudándolas a mejorar sus vidas”.

–– ¿Y qué crees que es eso? ¡Un recurso! Tu Propósito es un recurso que activa oportunidades, personas, conexiones, ideas…, ¡úsalo! Y junto con ese Propósito te he dado habilidades para enseñar, hablar en público, capacidades para aconsejar y hasta para escribir…, ¿acaso no son recursos esos? ¡Claro que sí! Son recursos que te ayudan a realizar tu Propósito de vida, ¿por qué no los usas entonces?

–– Señor tengo miedo, tengo miedo a hacer el ridículo, a fallar, a que la gente no me escuche, ¿quién querría leerme, escucharme, seguir mis consejos?

–– Pero, ¿no has leído el pasaje cuando mi Hijo habló de los tres administradores? Uno de ellos me recuerda a ti. Cuidado Gabriel no sea que lo que te he dado te lo quite para dárselo a otro.

–– ¡NO MI DIOS! eso no, perdóname…, es que me siento pobre, desnudo, incapaz de sobresalir porque aunque me esfuerce no logro levantar.

–– ¡Basta! Con esto termino Gabriel, ¡jamás lograrás salir adelante si no crees en mí y también en ti! YO SOY la fuente de recursos ilimitados, pero si no recurres a mí jamás podrás acceder a todo lo que tengo para ti. Pero también debes creer en ti, si no lo haces es como decirme que los recursos que te he dado no valen para nada, es como enterrar bajo tierra los talentos que de mí recibiste.

Y cuando ese encuentro terminó (el cual no sé si fue real o producto de mi imaginación), me sentí vencedor, sentí un ardor en mi pecho, como si hubiese sido apaleado hasta más no poder. Lágrimas habían rodado por mis mejillas a mares y mis piernas temblaban porque había estado de rodillas más de tres horas. Sí, fue una teofanía que nunca había experimentado pero que cumplió un objetivo en mí: Sacarme del puerto de la amargura y lanzarme a mar abierto, a la conquista de metas que antes parecían imposibles.

Inmediatamente recurrí a la Biblia y encontré el pasaje que ha sido el centro de esta reflexión (Mateo 25:14-30), descubrí allí que si deseaba salir de mi miseria debía duplicar mis recursos, debía gestionarlos, sacarles el máximo de provecho, ¿pero cómo? Negociando, invirtiendo, capacitándome, agradeciendo lo que tengo y cuidando de los recursos (Proverbios 27:23); pasar de ser “bueno” a ser “muy bueno” y de muy bueno a “experto”, y eso he venido haciendo poco a poquito, ¿saben por qué? porque tengo la esperanza que un día Dios me dirá: “Buen siervo, has sabido trabajar tus recursos ––aunque pocos en principio––, toma aquí tienes más, goza de la vida que tengo para ti”. Y entonces le diré: “Amén Señor, gracias porque los recursos que me diste al principio fueron poquitos, pero eso no importa, he aprendido a trabajar lo que tengo porque así califico para tener más”.

P.D. Esta reflexión contiene ideas extraídas de mi tercer libro, CREADOS PARA CRECER CREADOS PARA EMPRENDER. Si usted desea adquirir póngase en contacto conmigo o visite mi vitrina virtual donde están alojadas mis obras.


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En la playaGabriel Gil es Coach Integral Sistémico y Mentor de vidas; de profesión teólogo y por vocación divina pastor; además escribe post, artículos y libros. Su misión en este mundo es “guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas”.

LA MEJOR INVERSIÓN ES LA EDUCACIÓN

educacion-adultosHace años atrás el hijo adolescente de una de mis alumnas del Seminario me dijo lo siguiente: “Me siento orgulloso que mi mamá haya culminado su Licenciatura en Teología, ahora yo terminaré mi colegio”. Este jovencito hablaba de su madre, una señora de 35 años de edad, casada y con dos hijos adolescentes que había terminado un proceso de estudios superiores de 3 años en el seminario teológico donde yo era profesor. Ella, a pesar de las muchas tareas que a diario enfrentó como madre, esposa, y alumna, logró graduarse. Esto gatilló el motivador interno que su hijo necesitaba para culminar también.

Cuando escuché las palabras de aquel jovencito me puse a reflexionar en la tremenda influencia que ejercemos los padres sobre nuestros hijos, y que lamentablemente a veces no es la mejor. También recordé el viejo dicho que reza: “Tus hechos hablan más fuerte que tus palabras”. Así entonces nuestra actitud será heredada por nuestros hijos, por lo tanto, más vale que tu actitud sea la mejor.

Los Padres, Gestores de la Educación

Los padres, por tanto, somos los principales motivadores, influenciadores, gestadores y mentores de nuestros hijos, somos a quienes  se nos ha encomendado la difícil tarea de educar a las futuras generaciones de niños y niñas de todo el mundo. Pero, ¿se imagina usted si como padres decidiéramos no invertir más nuestro tiempo, dinero y esfuerzo en la educación de nuestros hijos? ¡El mundo sería un caos! Ya no habría esperanza en el presente y menos en el futuro. A veces pensamos que ésta es tarea del colegio o incluso de la iglesia…, no es así. Es nuestra responsabilidad; por eso el proverbista declara: «Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6). Pero también los libros apócrifos nos dicen: «Si tienes hijos, edúcalos» (Eclesiástico 7:23).

Así entonces aunque en nuestra sociedad occidental gozamos de innumerables ofertas educativas (escuelas, colegios, universidades, institutos, seminarios, otros), somos los padres los principales educadores de la sociedad. Somos nosotros quienes debemos velar porque nuestros hijos e hijas avancen en su proceso educativo, somos nosotros quienes debemos luchar para que los niños  construyan un país mejor del que nosotros hemos construido, ¿está de acuerdo con esto? ¡Claro que sí?

Tiempo atrás mientras conducía por las ajetreadas calles de Santiago observé un cartel pintado sobre un muro de concreto de uno de los edificios de la ciudad, el cartel contenía una frase que decía más o menos así: “La educación es la mejor herencia que puedes dejar a tus hijos”.

¡Vaya! –exclamé– fue como una brisa de esperanza que inundó mi corazón. Quien haya escrito esto –pensé- tiene toda la razón. Y de hecho nosotros los padres luchamos todos los días para que a nuestros hijos les vaya mejor en la vida que a nosotros; deseamos que sean mejores que nosotros, es la ley de la vida cósmica e irrefutable.

La educación es la mejor inversión que podemos hacer. Es una inversión no a corto, sino a mediano y largo plazo, pues ¿quién dice que el hijo o hija que estamos educando hoy no llegará a ser el próximo presidente que tanto necesitamos? Así es, la educación, por difícil que a veces nos pueda resultar es la mejor inversión que podemos hacer. No te canses pues de animar a tu hijo/a a estudiar, aprender, conocer, esforzarse por ser más; quizá estás educando un futuro médico, abogado, arquitecto, ¿o porqué no un futuro técnico, artesano, artista, pintor? Incluso tienes en tus manos a un próximo y destacado líder espiritual de la Iglesia de Jesucristo.

Comencemos por Nosotros Primero

Lo-compartí-yo-primeroPero, ¿cómo podremos influenciar en nuestros hijos si nosotros mismos hemos truncado nuestro proceso educativo? En mi caminar como profesor y asesor me he encontrado con demasiadas personas que tuvieron que dejar la escuela, colegio o universidad para dedicarse a trabajar; luego estas personas han tenido hijos y luchan para que éstos terminen lo que ellos no pudieron. Al conversar con ellos he notado un sentimiento de frustración escondido, un sentimiento que en algunos casos se ha vuelto depresivo. Mi consejo ha sido siempre el  mismo: ¡Termina la escuela! ¡Obtén tu título universitario! ¡Tú puedes estudiar!

Hoy existen tantas oportunidades y formas en que los adultos podemos estudiar que la típica excusa “no hay posibilidad para mí” ya no es válida. ¡Nunca es tarde para comenzar de nuevo!

Entonces la educación como inversión no sólo es hacia los hijos, nosotros los padres también debemos invertir en nuestra propia educación. Reanudar los estudios es el mejor ejemplo que les podemos dar. Recuerde que: “Si dejas de aprender hoy, dejas de crecer mañana”.

La Biblia dice esto: «Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento» (Oseas 4:6). A veces pensamos que este versículo es aplicable sólo a un contexto espiritual, ya sabes, «que si no estudiamos la Sagrada Escritura moriremos espiritualmente». ¿Qué les puedo decir? Sí y no. El versículo en cuestión no sólo apunta a adquirir conocimientos de Dios, sino a la vida misma. Miren, se los pongo así: Muchas oportunidades has perdido porque no has estado listo, porque no hiciste las tareas, porque te has abandonado, porque te estancaste en tu proceso de crecimiento en la vida. Por alguna razón decidiste no avanzar más y te quedaste con las glorias del ayer, ¿pero sabes? es tiempo de hacer correr las aguas en tu cisterna…, ¡tu pozo necesita ser revitalizado! Por tanto, comienza a leer, a estudiar, a tomar cursos de capacitación. Actualízate, revitalízate, infórmate. Karl Barth lo dijo así: «El cristiano debe tener la Biblia en la mano derecha y el periódico en el izquierdo».

Conclusión.

  • ¿Eres madre de tres hijos y no acabaste la escuela? ¡Ve y termínala!
  • ¿Eres padre y tuviste que asumir temprano el rol de líder del hogar? ¡Has los arreglos para terminar la universidad ya!
  • ¿Estabas cursando una carrera pero debiste dejarla para sacar adelante a tu familia y ahora es muy tarde para retomarla? ¡Pamplinas! Puedes hacerlo, todo es cuestión de acomodar tu agenda.
  • ¿Estás pastoreando o dirigiendo un ministerio eclesiástico y nunca has ido a un Seminario? ¡No sabes lo que te pierdes! En el seminario te entrenarán, te pulirán, harán de ti un mejor líder.
  • ¿Eres un docente y crees que con lo que sabes es suficiente? ¡Epa! ¿Quién te dijo que se acaba de aprender? Avanza, sube a otro nivel, ¡tú puedes ser más!

Una última idea para terminar: «Las tareas inconclusas cansan, te persiguen como un fantasma que arrastra cadenas». Culmina lo que empezaste y si crees que ya acabaste, no lo olvides, siempre hay algo nuevo para aprender. Invierte en la educación, no te arrepentirás.


 

Por Gabriel Gil Arancibia. 527781_3934342434666_234119350_n

Gabriel es coach integral sistémico y mentor de vidas. Su propósito en la vida es «guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas». Es fundador y director de la Consultora en desarrollo humano MENTHOR (www.menthor.cl), a través de ella ha impartido conferencias y seminarios desde México hasta Chile y webinars a varias partes del mundo. Muchos líderes organizacionales han logrado subir su nivel gracias a los programas de crecimiento que Gabriel imparte.

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