MANUAL DE FUNCIONES PARA PASTORES

predicadorIntroducción

María leyó en el periódico que necesitaban una secretaria ejecutiva bilingüe en una importante Compañía de la ciudad. Sin dudarlo envió su curriculum al igual que decenas de candidatas, era la oportunidad que estaba buscando. En un par de días recibió la llamada esperada, debía presentarse el día y hora señalada para una entrevista con el encargado de contratar personal. Así lo hizo, se vistió de manera formal y profesional, quería dar una buena impresión.

El señor Pérez estuvo con ella 60 minutos, tiempo en el cual le dejó en claro cuál era la descripción del cargo, el perfil que la empresa buscaba, los requisitos para optar al puesto, ante quien era responsable, los horarios de trabajo, privilegios, deberes, honorarios y por supuesto las tareas que la secretaria ejecutiva bilingüe debía realizar, eso claro está, si María quedaba contratada. El señor Pérez quería asegurarse que las candidatas ––entre ellas María, entendieran bien lo que la Organización esperaba de ellas, por eso les leyó a cada una detalladamente el MANUAL DE FUNCIONES PARA SECRETARIA EJECUTIVA BILINGÜE. El hábil entrevistador quería asegurarse de contratar a alguien que supiera cuál era su trabajo, y para ello era clave que supieran en qué mismo consistía el puesto.

María fue contratada y hoy se desempeña feliz en su puesto de trabajo. Ella sabe perfectamente lo que debe hacer, ella conoce sus tareas porque le entregaron un manual de funciones con especificaciones claras.

1. Iglesia y Organizaciones.

Amigos, sé bien que a algunos no les gusta que comparemos la Iglesia con una empresa, compañía o entidades similares, jamás ha sido mi intención ponerlas en el mismo nivel, pero… ¿no debemos imitar lo bueno y rechazar lo malo? (1ª Tesalonicenses 5:21); ¿Por qué entonces no aprender esta buena conducta organizacional, es decir, entregar un manual de funciones con especificaciones claras a nuestros pastores, ministros y líderes eclesiales? ¿no nos ahorraríamos dolores de cabeza, confusiones, malos entendidos, frustraciones, expectativas demasiado altas y falta de productividad laboral? Y es que una cosa es cierta: El oficio pastoral es una vocación noble y honrosa, un llamamiento divino, sí, pero también es un trabajo. Las personas que por misericordia divina ejercemos este cargo sabemos que no estamos en la pastoral por hobby, por que no tenemos nada mejor que hacer o porque simplemente nos sobra tiempo. Todo pastor/a experimentado podrá afirmar que el pastorado es un trabajo pesado, gratificante en muchos aspectos, pero con largos horarios y cargas académicas, emocionales, afectivas y hasta sicológicas, es con todas sus letras un EMPLEO (entiéndase bien lo que trato de decir). ¿No sería mejor conocer bien ––antes de aceptar este empleo divino––, cuáles son la descripción del cargo, perfil del candidato, tareas a realizar, deberes y privilegios? Sin embargo, dentro del mundo cristiano evangélico son muy pocas, insisto en esto, muy pocas las iglesias que cuentan en sus archivos con un «Manual de Funciones para el cargo de Pastor». Y esto no sólo ocurre con los cargos de pastor, lo mismo se da ––en algunas denominaciones––, para los cargos de Supervisores, Presidentes, Obispos, Superintendentes o como se llame el cargo gerencial de esas organizaciones.

Ojo, no escribo con el afán de criticar, apuntar con el dedo o poner en indisposición a quienes ejercen autoridad sobre las iglesias de nuestro Señor Jesucristo, antes bien creo firmemente el dicho que reza: «Si no eres parte de la solución eres parte del problema». No quiero ser problema, quiero ofrecer soluciones, nada más.
pastor

Recuerdo cuando trabajé en SEMISUD, en Quito, Ecuador; el Director de aquella época ––Dr. David Munguia, tuvo la genial idea de elaborar un Manual de Funciones para todo el personal, contratando para ello a un experto que nos asesorara (si bien ya existían documentos previos pues el antiguo director, Dr. David Ramírez había hecho lo propio). Algunos colegas se resistieron, otros no brindaron mucha colaboración, pero la mayoría estábamos deseosos de seguir las directrices del asesor (los cambios siempre asustan a las personas). Al cabo de un año de trabajo todos los departamentos contaban con manuales de funciones. Debo decir -modestia aparte-, que las carpetas quedaron impecables. Ahora sí podíamos saber a ciencia cierta qué se esperaba de nosotros como trabajadores del seminario no por lo que «oralmente habíamos oído», sino por lo que el documento maestro dictaba. El Manual de Funciones incluyó a todo el personal, desde los jardineros, personal de servicio, docentes, secretarias y Presidente del seminario… fue un trabajo arduo, pero edificante. El SEMISUD entró con esto al nivel de las «Organizaciones Inteligentes».

2. Manual de Funciones, ¿Qué es? – Definición.

«Es un instrumento de trabajo que contiene el conjunto de normas y tareas que desarrolla cada funcionario en sus actividades cotidianas y será elaborado técnicamente basados en los respectivos procedimientos, sistemas, leyes y que resume el establecimiento de guías y orientaciones para desarrollar las rutinas o labores cotidianas, sin interferir en las capacidades intelectuales, ni en la autonomía propia e independencia mental o profesional de cada uno de los trabajadores u operarios de una empresa ya que estos podrán tomar las decisiones más acertadas apoyados por las directrices de los superiores, y estableciendo con claridad la responsabilidad, las obligaciones que cada uno de los cargos conlleva, sus requisitos, perfiles, incluyendo informes de labores que deben ser elaborados por lo menos anualmente dentro de los cuales se indique cualitativa y cuantitativamente en resumen las labores realizadas en el período, los problemas e inconvenientes y sus respectivas soluciones tanto los informes como los manuales deberán ser evaluados permanentemente por los respectivos jefes para garantizar un adecuado desarrollo y calidad de la gestión» (citado de http://www.buenastareas.com/…/Definici%C3%B3n…/24979571.html).

En palabras simples «el manual de funciones en toda organización es la brújula del empleado pues le permite saber a dónde dirigirse». Es decir, qué hacer, qué no hacer, qué se espera de él.

3. El Manual de Funciones para el Cargo de Pastor de Iglesia, ¿es posible esto?

Al igual que las empresas, compañías, firmas u organizaciones seculares, la Iglesia cuenta con un Manual de Funciones claro, específico y comprobadamente eficaz para el trabajo de Pastor, sólo que a veces lo obviamos. Lo único es saber dónde buscar y por supuesto aplicar, ¿ya saben a qué me refiero verdad?. La diferencia está en que nuestro Manual de Funciones (La Biblia) fue elaborado por el CEO por excelencia, el Jefe de los Jefes, el Líder Supremo que bien sabe cuáles son nuestras capacidades humanas, y por tanto nos envío este potente manual; pero además nos dio como compañero de trabajo a Uno que nos ayudaría en todas las tareas pesadas, me refiero al Paracletos divino, el Espíritu Santo. O sea que contamos no sólo con las instrucciones necesarias para hacer un buen trabajo, tenemos también el respaldo de un «partner» que nos asesora y guía siempre, ¿qué mejor? Entonces…, ¡no hay excusas para ser un buen pastor! Simplemente leamos las instrucciones.

4. ¿Para qué sirve un Manual de funciones para el Pastor y/ó Líder Eclesial?

Pregúntele a cualquier trabajador  si es mejor saber lo que debe hacer en su trabajo con total certeza o más bien guiarse por su propio instinto, por lo que cree debe hacer o por lo que ha escuchado de otros. La mayoría responderá que prefiere saber qué debe hacer.

El manual de funciones ayuda y mucho, porque provee las directrices exactas que guiarán al pastor hacia lo que se espera de él como trabajador del Reino. Y es que con mucha frecuencia nos encontramos con ministros que «hacen cosas que no corresponden a su oficio, o dejan de hacer otras que deberían hacer», ¿por qué ocurre esto? Porque la gran mayoría se pone a pastorear sin estudiar a fondo qué mismo es esto de ser pastor, sus implicancias, las tareas que debe hacer y cómo debe hacerlas. Pero seamos justos, también existen muchos pastores que acuden a centros de entrenamiento (seminarios, institutos, talleres, capacitaciones) para adquirir más herramientas. ¿No sería bueno que en dichos centros de estudios se les diera a los pastores las bases sobre qué debe hacer un ministro en el ejercicio de sus funciones? ¡Claro que sí! Y de hecho, muchas de estas Casas lo hacen. Un manual de funciones es tan necesario como práctico, no descartemos la idea.

5. Cuidado con «encajonarnos».Jimmy Zambrano

Un asesor que leyó este artículo me hizo unas buenas observaciones por interno, lo cual agradezco inmensamente. Una de ellas fue: «cuidado con ignorar las dinámicas pastorales». Y lo cito textualmente: «Aunque tengamos orientaciones, estrategias, buenas intensiones, el trabajo pastoral no debe ser concebido en términos cartesianos, es decir, de forma inerte y perpetua sino siempre abierta al cambio, al futuro y a lo impredecible» (Jimmy Zambrano, Ecuador). ¡Qué cierto es! Si bien un manual de funciones para el trabajo pastoral sería excelente, éste debe elaborarse con cuidado y teniendo en cuenta lo variable, creativa y adaptable de esta vocación. Así entonces el manual de funciones debería ser más bien una especie de «lineamientos generales» que orienten el ejercicio del pastor en su función, pero que de ninguna manera lo encuadren, limiten y paralicen. Las normativas son buenas, pero con mesura, hay que dar espacio a la creatividad.


EL MANUAL (ensayo)

Presento a ustedes un ensayo de cómo podría ser un Manual de Funciones para el cargo de Pastor de una iglesia local. Sin embargo, mi buen amigo Jimmy Zambrano, a quien reconozco experto en organización curricular, podría ayudarnos mucho más en esto. Pero también Rolando Quiroga, Presidente de Strategic Management y Director para Sudamérica de Planificación Estratégica de la IDD también podría asesorarnos mejor que yo. Sugiero recurrir a ellos para cuestiones más técnicas.

Aquí va un Bosquejo de Manual de Funciones para Pastor Local.

A. Nombre de la Organización: Ponga aquí el nombre de su iglesia, denominación o misión.

B. Cargo: Pastor de Iglesia

C. Responsable ante: Dios (pero también ante alguna figura de autoridad física, un Supervisor, un Superintendente, un Obispo, un cuerpo de Ancianos o Presbíteros)

D. Personas a cargo: Congregación cristiana local

E. Descripción del Cargo: El Pastor de la iglesia local es la persona encargada de cuidar, alimentar y guiar a los feligreses de su congregación. Debe procurar que el evangelio de Jesucristo se haga realidad en la vida de los discípulos; lo hará a través de la exhortación de la Palabra de Dios, la visitación pastoral, los consejos sinceros y pertinentes brindados a su grey y la disciplina correctiva ––con amor–– cuando fuese necesario. Todo esto, según la etimología de la palabra «pastor» que viene del vocablo hebreo «ra’ah» y del griego «poimén». En ambos idiomas implica el cuidar, alimentar y guiar ovejas. Sin olvidar jamás que, «el pastor es un hermano más entre los hermanos» (Dietrich Bonhoeffer).

F. Requisitos para Ejercer el Cargo: La elección de un pastor tiene que ser hecha en base a requisitos revelados en la Palabra de Dios. Los requisitos se encuentran en los siguientes textos: 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:1-9;2 Pedro 5:1-4; Juan 21:15-19 y Hebreos 13:7,17.

Los requisitos no deben ser entendidos en el sentido de perfección y de nada de pecado. Como sabemos, nuestra imperfección y nuestra pecaminosidad nos acompañarán hasta el día de la redención final, que aún está en el futuro. Los pastores, los evangelistas, los misioneros y cualquier otro siervo de Dios son tan humanos como nosotros. Tienen las mismas debilidades y tentaciones. Tenemos que entenderlos y no exigir ni demandar de ellos más de lo que pueden dar ni más de lo que Dios mismo demanda de ellos. No he dicho lo anterior con el fin de que no se tomen en cuenta los requisitos bíblicos, al contrario. Dios ha establecido estos requisitos sabiendo nuestra condición humana y pecaminosa.

Tenemos necesariamente que observar los requisitos al escoger un pastor para nuestra iglesia porque Dios los ha establecido para ayudarnos a escoger bien a la persona que conducirá a su grey.

F.1 Requisitos Personales:

  • Irreprensible. «Su carácter tiene que ser tal, que no se le puede acusar justamente de nada». Todo lo malo de que se le acuse, jamás tendrá asidero ni fundamento real. Es intachable y totalmente íntegro.
  • Marido de una sola mujer. Esta expresión significa eso que dice: «Que tiene que estar casado y viviendo con una sola mujer. Que no es bígamo, ni polígamo, ni adúltero». Por supuesto que hay pastores/as solteros y nada malo hay en ello si han decidido dedicar su vida entera al servicio de la iglesia.
  • Sobrio. La palabra significaba literalmente «sin vino». Sobrio entonces significa «controlado», «dueño de sí», «con dominio propio». «Vigilante y alerta». Que evita los extremos y todos los excesos.
  • Prudente. De mente sana. Cauto y sensato. Moderado. Disciplinado y sabio, que discierne bien lo provechoso y conveniente, de lo que no es.
  • Decoroso. Ordenado. De conducta decente y respetuosa. Sus actitudes, sus reacciones y su apariencia son moderadas y apropiadas en cada ocasión.
  • Hospedador. Que se agrada de recibir huéspedes. Que mantiene una actitud genuina para recibir personas en su casa. Hace esto, desde luego, manteniendo un equilibrio con la privacidad que le corresponde a su familia.
  • Apto para enseñar. Que tenga la capacidad, el talento y la instrucción necesaria para comunicar efectiva y claramente la verdad de Dios.
  • No dado al vino. No un bebedor. No un borracho. Que no se intoxica con ninguna bebida alcohólica. Recordemos que la persona que jamás toma la primera copa nunca jamás también podrá embriagarse.
  • No pendenciero. Que no es un pleitista verbal ni físico. Que siempre intenta solucionar los conflictos en forma ordenada y pacífica. Con espíritu amable.
  • No codicioso de ganancias deshonestas. No ama al dinero por ser dinero. Menos al dinero mal obtenido, que no es fruto del trabajo honrado. Que no usa su posición para obtener dinero para sí mismo. Su motivación ministerial jamás es el dinero.
  • Amable. Digno de ser amado, que es fácil de querer y encariñarse con él. Que sabe expresarse y tratar con afecto y cariño.
  • Apacible. Manso. De trato afable y agradable. Que es atractivo para acercarse y para confiar y hablar con él.
  • No avaro. El pastor no atesora riquezas. No busca el dinero como un fin en sí mismo, sino como un instrumento para satisfacer sus propias necesidades y las necesidades de los demás.

F.2. Requisitos Familiares:

  • Marido de una sola mujer. Que es fiel y leal a la mujer que Dios le ha dado. Como ya hemos dicho antes, que no es «ni bígamo, ni polígamo, ni adultero».
  • Que vive sabiamente con su mujer. Este requisito surge de 1 Pedro 3:7. El pastor tiene que ser el primero en hacer con su esposa como Cristo hizo con la iglesia. En el texto de 1 Pedro se establece claramente que es imposible que un pastor tenga un ministerio agradable a Dios y, por ende, fructífero y edificante, si es que no tiene siempre una buena relación con su esposa.
  • Que cría a sus hijos en disciplina y amonestación del Señor. He sacado este requisito de Efesios 6:4. Es claro por ese texto que los hijos del pastor tienen que estar animados y muy contentos de ser hijos de un pastor. Esto implica que el pastor los está criando a ellos como el Señor nuestro Dios ha ordenado. Si el pastor no cría a sus hijos así, entonces, tendrá problemas con ellos. Sus hijos serán «disolutos y rebeldes», y no podrá, por tanto, cumplir el requisito presentado en Tito 1:6. No obstante, debemos tener cuidado de presionar a nuestros hijos y ponerlos por ejemplo, debemos dejar que los niños sean niños al igual que los adolescentes, cuidado con estigmatizar a los hijos de pastores.
  • Que gobierne bien su casa. Esta declaración que se encuentra en 1 Timoteo 3:3 es clave para un pastor. Él tiene que haber demostrado aptitudes para el servicio y el liderazgo bíblico en su propio hogar. Su hogar tiene que ser un ejemplo de lo que será la iglesia gracias a su ministerio. El apóstol Pablo, por inspiración divina, es contundente. Él dijo: «Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?». La iglesia que quiere escoger un pastor tiene que fijarse muy bien en este requisito. Una iglesia está compuesta por muchas familias enteras, las cuales necesitan modelos para sus familias: la familia pastoral tiene que ser ese modelo. El hombre que quiere ser pastor y que sabe que no tiene un buen hogar, debe ser honesto y desistir de su deseo, pues solo hará daño a la grey de Dios.

F.3. Requisitos Sociales:

  • Que tenga buen testimonio con los de afuera. Los de afuera son las personas que no pertenecen a la congregación, son las personas de la comunidad en que el pastor vive. Ellos deben ser forzados, al ver la vida del pastor y de su familia, a dar un «buen testimonio». Por su conducta y actitudes, el pastor se ha ganado la estimación y el respecto de los incrédulos que le conocen. Si esto no es así y si es que la iglesia no se fija bien en este requisito, lo que traerá para el pastor será «descrédito y ocasión para que el diablo lo atrape en sus redes malignas.

F.4. Requisitos Ministeriales:

  • Anhelo por el ministerio. 1 Timoteo 3 empieza el tema de los requisitos para los obispos con la declaración siguiente: «Palabra fiel: si alguno anhela obispado, buena obra desea». El pastor tiene que «aspirar», «anhelar», «desear», «querer» ser un ministro del evangelio. Si no tiene este anhelo, es mejor que no se meta en el trabajo, pues correrá pronto.
  • Aptitud para la predicación y la enseñanza. Los pastores deben tener la capacidad de predicar y enseñar con claridad la Palabra de Dios. Su ministerio está basado en la predicación y en la enseñanza. Por tanto, la aptitud para predicar y enseñar es clave en el pastorado. Tito 1:9, 1 Timoteo 5:17 y 2 Timoteo 2:24 tienen que ser considerados con atención por toda iglesia que está buscando un pastor. Es muy difícil que sean edificados bien por un hombre que no tiene la instrucción ni la capacidad de enseñar con claridad y orden la Palabra de Dios.
  • Experiencia cristiana. Una iglesia jamás debe nombrar como pastor a un «neófito». Neófito significa literalmente «recién plantado». Como es de verse, esta palabra no es un insulto, sino una palabra que expresa un hecho real… el hecho de haberse convertido recién. Ser nuevo en la fe no es anormal, es algo que nos ha ocurrido a todos: Todos hemos sido nuevos convertidos en el momento que acudimos a Cristo por primera vez. Empero, si es anormal que se nombre como pastor a alguien que no tiene la experiencia ni la madurez cristiana que viene como resultado del tiempo en que se camina con el Señor. Como iglesia, tenemos que tener cuidado con escoger como pastor a un hombre o mujer que no tiene experiencia ni madurez cristiana. Es muy peligroso para la iglesia misma y muy dañino también para el mismo neófito. Pablo dice que un neófito corre el peligro de «envanecerse» y de caer así en «la condenación del diablo» (1 Timoteo 3:4).
  • Reconocimiento eclesiástico. Esto significa que tiene que tener una recomendación ministerial de los líderes y de toda la iglesia en la que es miembro.  La recomendación y el buen testimonio que dieron de Timoteo los hermanos de Listra e Iconio fue clave para que Pablo lo llevase consigo al ministerio (Hechos 16:2). Una iglesia que va a elegir un pastor, tiene que ver si es que su candidato es recomendado y reconocido por el pastor y por la iglesia local en la que es miembro.
  • Buena doctrina. Tito 1:9 dice de uno que va a ser pastor tiene que ser «retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda enseñar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen». El pastor siempre tiene que hablar de acuerdo a la sana doctrina (Tito 2:1). Por tanto, al elegir a un pastor, hay que fijarnos bien en lo que cree y en como cree. Debemos ver si tiene convicciones bíblicas bien fundamentadas, pues no queremos apartarnos ni a diestra ni a siniestra de la verdad de la Palabra de Dios.

G. Tareas que Implica el Cargo: Básicamente un pastor de iglesia debe «Cuidar, alimentar y guiar» a su congregación.  Éstas son las tres tareas básicas de todo ministro, y de ellas surgen otras cinco que deberíamos considerar.

G.1 TAREA 1: Liderar con amor y servicio la iglesia de Dios

Hechos 20:17-38. Este texto es bastante claro en el hecho que las personas que están frente a la iglesia son llamados ancianos, obispos y pastores. Estas tres palabras describen al hombre que hoy nosotros solo llamamos pastor. «¿Cómo distinguir entre estos tres términos? Aunque no hay una unanimidad de criterio, es razonable pensar que:

  • Anciano, equivale a su posición basándose en su madurez y en su experiencia;
  • Pastor, equivale tanto a su título como a su función en el ministerio;
  • Obispo, equivale al área de su autoridad y de su responsabilidad espiritual ante la grey de Dios.

Estas tres palabras nos hacen ver que el pastor es el líder y administrador espiritual de la iglesia local. Su liderazgo y administración lo hace efectivo por medio de apacentar la grey del Señor. El pastor debe verse como el responsable 1) de vigilar espiritualmente a la iglesia y 2) dirigir y guiar a la iglesia en el cumplimiento de la voluntad de Dios.

Como líder y administrador de la grey, el pastor debe pensar en sus responsabilidades que incluyen:

  • El cuidado de la congregación.
  • Protección contra la falsa enseñanza.
  • Administración y gobierno de los asuntos de la iglesia.
  • Estímulo y guía para los hermanos.
  • El ministerio didáctico de la iglesia.

Como líder y administrador de la grey, el pastor debe cultivar las siguientes actitudes al ejercer su trabajo:

  • Disposición para ejercer vigilancia espiritual de la grey.
  • Servir diligentemente a la grey, pero no por ganancia personal.
  • Guiar al rebaño, pero sin enseñorearse del mismo.
  • Ganarse el respeto de la congregación por su autoridad moral y espiritual.

Para finalizar esta parte debemos enfatizar que el pastor como líder y administrador de la grey debe ser:

– «Un líder espiritual y servicial, no un supremo Señor».
– «Un guía espiritual y moral, no un poderoso y dictador ejecutivo».
– «Un protector espiritual, no un súper policía».

G.2. TAREA 2: Predicar de manera clara y con autoridad la Palabra de Dios

El pastor debe predicar la Palabra de Dios. «La predicación es la proclamación y explicación de la palabra escrita de Dios a toda persona con el fin de que la misma sea obedecida puntualmente». 2 Timoteo 4:2 enseña que la predicación de la palabra de Dios es un deber muy sagrado y solemne que tiene todo pastor. Por medio de la predicación de la palabra de Dios, el pastor conducirá a la grey de Dios:

  • Al amor por la palabra de Dios y por el Dios Verdadero y Vivo que se revela en ella (2 Timoteo 4:2; Juan 5:39-40).
  • Al conocimiento y comprensión de las verdades y principios de la palabra de Dios, de tal manera que vivan conforme a ella y agraden así a Dios (2 Timoteo 4:2; Nehemías 8:8-9).
  • Al sometimiento y a la confianza en la palabra de Dios (1 Tesalonicenses 2:13;Salmos 19:7-11).
  • A la obediencia de la palabra de Dios en toda área de la vida diaria (Mateo 7:24-27; Santiago 1:22-23).
  • A la salvación y a la madurez espiritual en Cristo Jesús (2 Timoteo 3:15-17) Nota clave: el pastor nunca deberá usar la predicación de la palabra de Dios para: 1) promoverse a sí mismo, 2) promover sus opiniones, filosofías u ideologías políticas particulares, 3) para maltratar, herir o ensañarse con las personas con las que está enemistado, 4) para manipular a las personas, 5) para lucrarse u obtener ganancias materiales y 6) para enseñar algo que vaya en contra de la palabra de Dios.

El pastor debe enseñar la Palabra de Dios. 1 Timoteo 4:13 dice: «Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y en la enseñanza». 1 Timoteo 5:17 dice: «Los ancianos que gobiernan bien, sean dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar». El pastor debe enseñar la palabra de Dios con el fin de:

  • Instruir a los hermanos en la sana doctrina y en los principios de la palabra (Mateo 28:20; Tito 2:1).
  • Preparar a los creyentes para que vivan en el camino de buenas obras que él ha preparado para ellos (2 Timoteo 3:16-17).
  • Edificar a los creyentes para que crezcan hasta la estatura de la plenitud de Cristo (Colosenses 1:28-29).
  • Estimular a los creyentes, infundiéndoles confianza en Dios y en la certidumbre de sus promesa registradas en la Biblia (Romanos 15:1-4).
  • Proteger a la grey del Señor de los falsos maestros y de sus falsas enseñanzas (Hechos 20:27-31; Tito 1:9).

El pastor debe escudriñar diligentemente la Palabra de Dios. Si el pastor va a predicar y a enseñar bien la palabra de Dios, entonces tiene que estudiar diligentemente la Escritura. El pastor tiene que considerar seriamente estos textos bíblicos:
– Esdras 7:6,10
– Juan 5:39
– Hechos 17:11.
– Hechos 18:24-28.
– 2 Pedro 3:15-16.
– 2 Timoteo 2:15

G.3. TAREA 3: Perfeccionar a los Santos (instruirles, capacitarles)

Dios ha encomendado una misión a la iglesia (Mateo 28:18-20; Marcos 16:14-20; Lucas 24:45-49; Hechos 1:1-11). Son los santos los responsables de cumplir esa misión (1 Corintios 6:19-20; Hechos 5:29-32; Hechos 8:1-4). El pastor tiene el trabajo de perfeccionar a los creyentes para que cumplan esa misión (Efesios 4:12-16. 2 Timoteo 3:15-17). Por tanto el pastor debe de formar y preparar líderes (2 Timoteo 2:2; Hechos 11:19-26; Hechos 14:21-23; Hechos 20:17-38).

G.4. TAREA 4: Velar por las Almas y ser un Modelo para ellas

Velar significa vigilar y cuidar las almas de los creyentes que pastorea (Hechos 20:28; Hebreos 13:17). El pastor vigila por las almas de los creyentes orando constantemente por ellas (Juan 17:1-26; Hechos 6:4; Efesios 1:15-23; Filipenses 1:9-11; Colosenses 1:9-14; 1 Tesalonicenses 3:9-10; 1 Samuel 12:23). El pastor vigila por las almas de los creyentes visitándolos y tratándolos muy cercanamente (Proverbios 27:23; Juan 10:14-16; Juan 10:27-30; Hechos 20:20-31). Pero además de todo esto el pastor debe ser un modelo para sus hermanos, de esa manera cuidará también de ellos (Lucas 6:40; Filipenses 3:17; Hebreos 13:7; 2 Tesalonicenses 3:7).

G.5. TAREA 5: El pastor debe realizar este ministerio en el poder del Espíritu Santo y no en su propia capacidad humana.

No habrá resultados eternos ni vidas verdaderamente transformadas y crecientes a nos ser que el pastor predique, enseñe y estudié con el auxilio poderoso del Espíritu Santo. La Biblia es bastante clara en el hecho de que el pastor tiene obligadamente que vivir y ministrar bajo del poder del Espíritu Santo. Consideremos los siguientes textos:
– Hechos 1:1-8
– Hechos 2:14…
– Hechos 4:31
– Hechos 6:3,5
– 1 Corintios 2:1-5

H. Privilegios del cargo:

I. Horarios:

J. Honorarios:

Los tres últimos ítems (privilegios, horarios y honorarios) son demasiado locales y sensibles como para generalizarlos. Cada iglesia local, misión, orden o denominación debería ver estos puntos.

Conclusión.

El oficio pastoral es bello en muchos sentidos pero al mismo tiempo desgastante; quienes lo ejercen deben ser hombres y mujeres seleccionados por Dios, llamados por Él y no «silbados». Para asegurarse que los ministros sean los que deben ser será preciso tomar muy en serio «la descripción del cargo, los requisitos y las tareas de un pastor»; todo esto como ya vimos está perfectamente claro en las Sagradas Escrituras.

Leer los libros de Rogelio Nonini, «Tarea Pastoral», Ricardo Ramirez Lohaus, «El pastor», Roberto A. Rivera, «No me dejes solo», visitar el blog en la web llamado «Para pastores» y hacerse asesorar por expertos, podrá ayudarnos dramáticamente a mejorar nuestras funciones pastorales dentro de la Organización donde caminamos. Por lo demás, sería bueno dejarse asesorar por aquellos pastores de trayectoria que en sus iglesias cuentan con un manual de funciones que les ha dado excelentes resultados.

Sin más que decir y esperando que estas pocas líneas nos ayuden a todos los que estamos felices de ser pastores, me despido.

P.D. Si algún amigo pastor/a desea agregar alguna tarea, descripción o requisitos al cargo «pastor» siéntase en libertad de hacerlo, de hecho eso me serviría para hacer de este ensayo algo más acabado. Y además, invito a quienes ejercen cargo de autoridad en alguna denominación, corporación o fundación cristiana a «hincarle el diente» a este tema.

Por favor deje su comentario abajo (después de los apéndices 1 y 2) ⬇️

📌 APÉNDICE 1: Escritos que deberían Leerse junto con este Artículo

  1. ¿Ser pastor es un buen negocio? https://gabrielgila.wordpress.com/2019/03/19/ser-pastor-es-un-buen-negocio/
  2. Síndrome de Procusto en la pastoral: https://gabrielgila.wordpress.com/2019/01/31/sindrome-de-procusto-en-la-pastoral/
  3. La unción sin educación te mata: https://gabrielgila.wordpress.com/2019/06/26/la-uncion-sin-educacion-te mata/
  4. Pastor, uno de los trabajos más difíciles del mundo: https://gabrielgila.wordpress.com/2018/07/04/pastor-uno-de-los-trabajos-mas-dificiles-del-mundo/
  5. Para pastores: Ocúpate de ellos, no te preocupes https://gabrielgila.wordpress.com/2015/04/05/para-pastores-ocupate-de-ellos-no-te-preocupes/
  6. Pastoral dependencia: https://gabrielgila.wordpress.com/pastoral-dependencia-y-13-cosas-que-tu-pastor-hace-ademas-de-predicar-el-domingo-por-andres-miranda/
  7. 15 Signos de una iglesia saludable: https://gabrielgila.wordpress.com/2016/03/28/15-signos-de-una-iglesia-saludable/
  8. El pastor moldeado por el evangelio: https://coalicionporelevangelio.org/articulo/pastor-moldeado-evangelio/
  9. ¿Así que quieres ser pastor? https://coalicionporelevangelio.org/articulo/asi-que-quieres-ser-pastor/
  10. ¿Cuál debería ser el salario de un pastor? https://tms.edu/es/blog/cual-debe-ser-el-salario-de-un-pastor/
  11. Libro: «De Pastor a Pastor» de Gabriel Gil. Descárguelo en: https://payhip.com/gabrielgil

📌 APÉNDICE 2: ¿Vocación o Profesión? ¡Es hora de graduarte Pastor!

Todo buen pastor o pastora es uno que «alimenta, cuida y guía un rebaño» (disculpen que insista tanto en esto). Es por tanto un oficio noble, de mucha importante y de gran responsabilidad… ¡estamos al cuidado de personas y daremos cuenta de ello a nuestro jefe, Dios!

¿El pastor es uno con Vocación o con Profesión? Definamos.

  • VOCACIÓN: La vocación es la inclinación a cualquier estado, carrera o profesión. El término proviene del latín «vocatio» y, para los círculos religiosos, es la inspiración con que Dios llama a algún estado. Por eso el concepto también se utiliza como sinónimo de llamamiento o convocación. La vocación también es considerada como un proceso que se desarrolla durante toda la vida, ya que se construye de forma permanente. Implica descubrir quién soy, cómo soy y hacia dónde quiero ir. Las respuestas a esos interrogantes marcarán la vocación y el camino a seguir por el individuo.
  • PROFESIÓN: Profesión, del latín professĭo, es la acción y efecto de profesar (ejercer un oficio, una ciencia o un arte). La profesión, por lo tanto, es el empleo o trabajo que alguien ejerce y por el que recibe una retribución económica. Por ejemplo: “Mi padre me inculcó el amor por esta profesión”, “Para dedicarse a esta profesión hay que esforzarse demasiado”, “La profesión de veterinario era uno de los motores de su vida”. Por lo general, las profesiones requieren de un conocimiento especializado y formal, que suele adquirirse tras una formación terciaria o universitaria. Los oficios, en cambio, suelen consistir en actividades informales o cuyo aprendizaje consiste en la práctica. En algunos casos, de todas formas, el límite entre profesión y oficio es difuso.

Los pastores son personas con una vocación santa, un llamado a servir al prójimo, un oficio espiritual para toda la vida. No cualquiera puede ser pastor/a, debe por tanto en primer lugar ser llamado por Dios. Pero también el pastor sabio, aquel que desea crecer en su ejercicio es uno que hará de su vocación una profesión, en el sentido de perfeccionar sus habilidades pastorales, acrecentará sus competencias y se capacitará constantemente para estar actualizado en lo que ha trabajo pastoral se refiere.

El pastor entonces se hace un profesional cuando intencionalmente busca la maestría en su ejercicio; esto dicho sea de paso, no es una norma, es más bien la excepción en la pastoral. ¡Cuan diferentes seríamos como pastores si buscásemos la experticia en la vocación para la que fuimos convocados!

Pero, ¿dónde profesionalizar mi vocación? Hay que perderle el miedo a llamarnos «profesionales de la pastoral», es más, es un término con fundamento bíblico y teológico. Escuché una vez a un Supervisor que reclamó diciendo: «Envié a un pastor al seminario y me devolvieron un profesional». El Director de la época le dijo: «De eso se trata justamente, volver a nuestros pastores jóvenes en hombres y mujeres apasionados por la pastoral, pero con herramientas acordes a los tiempos… un profesional excelso en lo que hace». ¿Por qué tener miedo a capacitarnos y profesionalizarnos en la pastoral? Es un viejo mito que nada bueno hace a las nuevas generaciones. Nuestras generaciones Y, Z1 y Z2 necesitan pastores con vocación, pero también con profesión (es decir, actualizados, capacitados, equipados, efectivos y eficientes).



En la playa

by Gabriel Gil es Coach Integral Sistémico y Mentor de vidas; de profesión teólogo y por vocación divina pastor; además escribe post, artículos y libros. Su misión en este mundo es “guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas”.

 

33 respuestas a “MANUAL DE FUNCIONES PARA PASTORES

  1. Jesus Baltazar López Ramos 23 May, 2022 / 19:40

    Muchas bendiciones hermano, yo apenas estoy empezando como pastor Laico en mi iglesia, me a sido muy útil su información, tanto en lo personal como en lo espiritual
    me podría mandar material por correo
    jlopezramos27@gmail.com gracias

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  2. Laura Castano 11 febrero, 2020 / 13:03

    Que bendicion, muchisimas gracias por este material que nos permites estudiar

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  3. cristian cifuentes 29 agosto, 2019 / 11:33

    ultimo articulo sugerido, leido. Gracias Gabriel por tratar estos temas y sugerir lecturas, «cual debe ser el salario de un pastor» culmina con un versiculo que tan solo esta semana cité en algun comentario de redes sociales (prov.30:8-9) lo cual de paso me deja la sensación de paz, de estar en integridad (cosa que los cristianos debemos revisar, caminar en integridad es dificil, o dicho de otro modo es facil errar el «zurco» del camino angosto)

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  4. cristian cifuentes 29 agosto, 2019 / 11:22

    Asi que quieres ser pastor? (articulo recomendado desde tu blog) «que te motiva a predicar de Cristo» (fil1:15) creo existen 2 respuestas, la del pastor evangelista «amor a las almas» (perdidas sin Cristo) y la del pastor maestro «amor al cuerpo de Cristo» (a los creyentes, a la obra de Dios)

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  5. cristian cifuentes 29 agosto, 2019 / 11:07

    Articulo pastor moldeado por el evangelio, frase «No es tarea del pastor tener exito, sino ser fiel» wow. leido.

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  6. Rafael Aranique Ch 23 agosto, 2019 / 13:38

    Exclente manual para no perder el enfoque de nuestro servicio pastoral hacia la comunidad donde Dios nos ha establecido.
    bendiciones

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    • GabrielGil 23 agosto, 2019 / 22:31

      gracias RAFAEL por haberte dado el tiempo de leer tan extenso material. Saludos!

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  7. Alberto BF 18 julio, 2019 / 09:03

    Me gustaría también si posible el estudio completo sobre este tema si posible. Muchas Gracias

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  8. Jose luis 2 May, 2019 / 17:29

    Me gustaria recibir el estudio amplio de los requisitos por favor pastor.

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  9. Pedro Quisbert 22 marzo, 2019 / 11:18

    amado pastor muchas gracias por la ayuda de tener mas clara las funciones. Le ruego podria ayudarme en darnos una idea respecto a:
    PASTOR
    CO-PASTOR
    DIACONOS
    ESCUELA DOMINICAL
    SECRETARIA
    LIDERES :
    VARONES MAYORES
    MUJERES MAYORES
    JOVENES
    NIÑOS
    ALABANZA
    UJIERES
    DANZA Y PANDERO

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  10. Francisco Reyes 8 junio, 2018 / 15:29

    Pastor Gabriel Gil, le agradezco mucho que pueda tratar este tema que es muy importante que todas las Iglesias lo consideren, ya que en muchas ocasiones queremos espiritualizar todo y no nos ocupamos de tener plasmado en papel la organización de la Iglesia, lo cual provoca que nos tomemos atribuciones que no nos corresponden o peor aún, dejemos de realizar nuestras funciones pensando que el de al lado es quien lo tiene que hacer.
    Le pido sea tan amable de compartirme su estudio.
    f.reyes.lopez.22@gmail.com
    Gracias y el Señor le siga prosperando en todo.

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  11. Maribel Rodriguez Sanchez 14 May, 2018 / 11:38

    Gracias Pastor Gabriel Gil me puede enviar el estudio de los requisitos
    Personales
    Familiares
    Sociales
    Ministeriales
    Por correo
    Maribel18r@gmail.com gracias

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  12. Pedro Mendoza 13 abril, 2018 / 11:17

    Excelente Pastor Gabriel Gil, mi oracion es que Dios siga usando su vida para bendecirnos.

    Le agradecere me comparta el estudio que tiene sobre los Requisitos para Ejercer el Cargo: tengo un estudio detallado de los requisitos:
    – Requisitos Personales:
    – Requisitos Familiares:
    – Requisitos Sociales:
    – Requisitos Ministeriales:

    Bendiciones.

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  13. Ann 9 abril, 2018 / 14:50

    Podría enviar por favor el estudio que menciona sobre los requisitos?
    muchas gracias, bendiciones

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    • cristian cifuent 22 agosto, 2019 / 23:56

      Wao, al leer todos los requisitos, pienso que tal vez no existe quien pueda llenar el cargo, como seres humanos llenos de imperfecciones… Pero ahi viene Cristo y dice estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos… Y no os dejare huerfanos os enviare al consolador, y solo puedo decir el que te llama tambien te capacita para toda buena obra en Cristo Jesus

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  14. Daniel Moreno 9 marzo, 2016 / 00:32

    Excelente aporte, de tan necesaria gestión a iniciar cuanto antes. Considero como una gran iniciativa esta tarea ya adelantada de tu parte.
    Me permitirías conocer el estudio detallado de los requisitos que tienes:

    – Requisitos Personales:
    – Requisitos Familiares:
    – Requisitos Sociales:
    – Requisitos Ministeriales:

    Te lo agradecería mucho, pues precisamente estoy en esa labor actualmente. Bendiciones en Cristo Jesús, Señor nuestro.

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    • GabrielGil 13 abril, 2018 / 15:44

      Mil disculpas por la súper tardanza en responder, ¿aún quiere ese manual? Si es así, ¿cómo le envío el artículo?

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  15. Marlon Vinicio Velasquez Ruano 24 junio, 2015 / 01:34

    Saludos.
    Es muy interesante este articulo, cuando comence el ministerio como decimos en Guatemala me tiraron como piedra en poza, apenas era un joven, pero no sabia como iniciar o que hacer, luego me vi envuelto en un trabajo empirico, tuve que ir a seminarios y talleres para preparme, han pasado ya 11 años de esto, y se que muchos pastores que inician cometerian menos errores y no se sentirian bloqueados o involucrados en tareas que no corresponden.
    El manual de funciones nos da las directrices sin anular la dinamica. Debe implemetarse esto en la Iglesia y ser abiertos para su ejecucion.

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  16. Cruz Mario Paniagua 23 junio, 2015 / 01:08

    Saludos.
    Creo muy oportuno y evidentemente necesario un producto de este tipo en nuestro contexto. Si bien es cierto tenemos nuestra «minuta» Un manual de funciones para nuestra iglesia latinoamericana sería un recurso muy apropiado. Por supuesto con su flexibilidad y adaptabilidad a las muy variadas y ricas culturas que en casa encontramos.

    Desde Venezuela hemos estado trabajando en un manual ministerial y creo que podría ser un buen aporte recíproco.

    Propongo que desde donde estamos podamos debatir, construir y dar forma a este proyecto que traerá mucho enfoque y bendición a nuestra pastoral.

    Gracias Gabriel por emprendimietos como estos..

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  17. Rolando Quiroga 20 junio, 2015 / 11:22

    Amigo querido, que interesante artículo posteado. Creo que abre la puerta para un rico debate y contribución. Me parece que sería muy bueno conocer puntos de vista de diversos líderes eclesiales.

    Desde mi perspectiva, y sin abundar en tu excelente reflexión respecto de la Palabra Eterna de nuestro Dios como el Manual Fundamental (Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia 2 Timoteo 3:16)
    Así como la maravillosa guía del Espíritu Santo de Dios. Solamente quisiera acotar desde el ámbito del Desarrollo organizacional, algunos puntos de vista que espero puedan aportar.

    Un manual de funciones como bien dice el título de tu artículo, no es solo para pastores, puesto que la función pastoral no está aislada del resto de la congregación. La posición pastoral es quizá el eje de del servicio, pero debe estar estrechamente articulada con las guías de desempeño de otros ministerios o del liderazgo congregacional. Si solo el pastor tiene consciencia de su posición y responsabilidades de servicio, entonces el punto de fricción puede aparecer cuando los otros no lo tienen.

    En este sentido, un manual permitiría dar a conocer los objetivos, relaciones de dependencia, responsabilidades y las políticas. Cuando alguien apenas ingresa a una nueva posición, el manual de funciones es clave. Si bien los pastores “por obvias razones” no son nuevos en el quehacer del servicio a la iglesia, frecuentemente requieren una guía básica de partida sobre la gente y organización a la que servirán. En otras palabras facilita la inducción de los nuevos colaboradores.

    Un manual también permite la integración de todos los colaboradores y formación de equipos con ideas claras, en procura de una mayor eficiencia, evitando duplicidad de funciones y, a la vez, puede servir como indicador para detectar omisiones. Se constituye en un instrumento útil para evaluar el servicio desempeñado.

    Un manual muy bien diseñado propicia el ahorro de esfuerzos y recursos, así como la consecución de mejores resultados y la tan necesaria optimización de recursos.

    Pienso que un manual de funciones ayuda a evaluar, de modo que se evite en lo posible la subjetividad , pero sin cuartar la iniciativa (delgadita línea).

    Gracias por el especio amigo, que buena iniciativa la de iniciar un diálogo tan importante como este. El Señor te bendiga Gabriel.

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  18. Abraham Larrondeo 19 junio, 2015 / 22:13

    La idea de ordenar, siempre es positiva. Como establece el Apostól Pablo en : ” Hágase todo decentemente y en orden”.( 1 corintios 14:40). Un manual de funciones en todo orden, traerá mejores resultados al desempeño pastoral, porque además de ayudarle a priorizar sus tareas, les permitirá organizar sus equipos en roles y status, que les otorgarán posiciónes de autoridad y delimitación a sus responsabilidades organizacionales.

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  19. Raul Jorquera Díaz 18 junio, 2015 / 14:28

    Quiero conocer más de este tema de los requisitos, siento y me estoy preparándome para este cargo de Pastor a futuro, en el tiempo y lugar donde mi Señor lo desee
    Muy buen aporte mi pastor Gabriel
    Saludos

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  20. Osvaldo Gómez Martínez 18 junio, 2015 / 11:12

    Apreciado Gabriel, me parece muy oportuno el tema que has planteado. Nuestra IDD a nivel mundial tiene una pauta normativa de sus políticas generales que se van revisando cada dos años, incluyendo el tema ministerial. En años recientes en Latinoamérica se introdujo una «categorización» de iglesias y ministros, esto consiste en clasificar las nuevas iglesias plantadas con sus nuevos líderes-pastores. En ningún caso tenemos un manual de procedimientos ministeriales; no hago alusión a los manuales de ceremonias; sino a un proceso que acompañe en el desarrollo de su práctica a los pastores y pastoras.
    Desde mi experiencia ministerial, bíblica, teológica y administrativa, creo que la carrera «ministerial» es un llamado que un hombre o una mujer reciben de parte de Dios para «servirle» en este caso el campo de la pastoral. Desde ese instante estos servidores comienzan un proceso de desarrollo que los debiera ir «profesionalizando» (no somos profesionales); esto es perfeccionando, llevando a la madurez e implementando de manera plena sus recursos para «apacentar la grey de Dios». Precisamente esto es lo que no tenemos.
    Generalmente los ministros nos vamos «formando» a través de los años con nuestras propias herramientas, con la ayuda de pastores mentores y/o estudiando en seminarios bíblicos. Aún así mucho de la práctica pastoral queda en nuestras manos.
    De modo que, querido amigo; ¡manos a la obra! Prepare y luego comparta un indicativo que acompañe a quienes están trabajando en la «Transformación del mundo».

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  21. Carlos Miller 18 junio, 2015 / 00:04

    Interesante, el pastorado tiene sus roles bien definidos, el manual que lo recopila evita actuaciones a discreción del pastor y ayuda a enfocarse por prioridades; buen artículo. Agregaría a las tareas (aunque todo creyente debe hacerlo, en el pastor es escencial) : «tener una vida de oración disciplinada»

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  22. Jefté Retamal 17 junio, 2015 / 15:51

    Excelente, toda profesión tiene un manual y la pastoral no es menor, al contrario es un duro trabajo.

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  23. Abraham Larondo 17 junio, 2015 / 11:43

    La idea de ornar siempre, es positiva. Como establece el Apostól Pablo en : » Hágase todo decentemente y en orden».( 1 corintios 14:40). Un manual de funciones en todo orden, traerá mejores resultados al desempeño pastoral, porque además de ayudarle a priorizar sus tareas, les permitirá organizar sus equipos en roles y status, que les otorgorán posiciónes de autoridad y delimitación de responsabilidades organzacionales.

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  24. José Licito 17 junio, 2015 / 10:27

    Excelente tema tratado. De acuerdo con lo propuesto. Muchos colegas no aceptan que somos Profesionales, porque si bien es cierto hemos sido llamados, pero también fuimos preparados y aun seguimos estudiando como cualquier otro profesional.

    Cae bien tener un manual de funciones de esa manera optimizar nuestra labor pastoral. Claro que nuestra labor es guiado por Dios, eso no quita el tener un manual que nos sirva de guía.
    DE ACUERDO.

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