ISAAC EL CAVADOR DE POZOS

Génesis 26:1-33

Isaac, hijo de Abraham y Sara, nació —según se cree— alrededor del año 1896 a.C. Su padre tenía 100 años y su madre 90, cuando Isaac vino al mundo. Su nombre significa ‘risa’, o ‘el que hace reír’. Esto, debido a que su madre se rió cuando escuchó al ángel decirle a su marido que ella quedaría embarazada siendo ya anciana (Génesis 18:12-15). Isaac se casó con Rebeca, su prima, quien era hermana de Labán. En aquellos tiempos era costumbre casarse entre parientes cercanos (Abraham se casó con Sara, que era su sobrina; Isaac se casó con Rebeca, que era su prima; y Jacob se casó con Lea y Raquel, que eran sus primas).

📌 Génesis 26:1-5 HAMBRE Y PROMESA
– 1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. 2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. 3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. 4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, 5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

Producto del hambre que azotaba la tierra de ese entonces, Isaac se mueve hasta el reino de Abimelec, específicamente a la ciudad llamada Gerar, al sur de Egipto (Génesis 26:1). Esta ciudad era próspera, su rubro era el comercio. Isaac se fue hasta allí para buscar un porvenir mejor… pero Dios no le había dicho que fuera a ese lugar, lo hizo movido por su propia fuerza. Por eso, en los versos 2, 3, 4 y 5 el Señor le advierte y lo anima: “¡No vayas a Egipto! En cambio, ya que estás aquí, yo te prosperaré en este sitio” (Gerar). APRENDEMOS de esto que, 1) Nunca debemos movernos de un lugar (trabajo, relación, ministerio, negocio) sin antes consultarle a Dios. 2) También aprendemos que, la misericordia divina es tan grande, que a veces, a pesar de habernos movido sin Su aprobación, él igual nos bendice. Esto es un misterio de la gracia, de la cual no debemos abusar.

📌 Génesis 26:6-11 MIEDO Y PROTECCIÓN
– 6 Habitó, pues, Isaac en Gerar. 7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. 8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. 9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. 10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. 11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

Sin embargo, a pesar de recibir la promesa de Dios, de que sería protegido y prosperado en esa ciudad, Isaac tuvo miedo de morir, por eso le dice al rey y a los habitantes de Gerar que su esposa era su hermana, cuando en realidad era su prima (Isaac dijo una verdad a medias). Todo esto causó disgusto en Abimelec, porque finalmente descubrió la mentira y regañó a Isacc, pero también lo protegió (Génesis 26:6-11). APRENDEMOS que, 1) Las verdades a medias siempre resultan en mentiras. 2) También aprendemos que la combinación de fe y miedo nunca es productiva. 3) Otra lección es que cuando intentamos resolver nuestros asuntos confiando en nuestras propias capacidades, a la larga la embarramos; entonces Dios, quien nos ama tanto, termina limpiando nuestro desastre. El Señor a menudo nos cuida de nuestras propias estupideces. Sin embargo, nuestras necedades terminan agotándonos, y cansando a quienes nos rodean.

📌 Génesis 26:12-16 PROSPERIDAD Y ENVIDIA
– 12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. 15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra. 16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

Luego de este ‘incidente no menor’, el relato dice que Isaac sembró en Gerar, y que sus cosechas rindieron 100 por uno, y que Jehová lo bendijo (nótese cómo el autor pone énfasis en el resultado de la siembra, porque en ese lugar las cosechas nunca eran tan prósperas, por eso dice también que la bendición le vino no por la tierra escogida para sembrar, no por la estrategia que utilizó, no por el tipo de semilla que usó, sino ‘porque Dios lo bendijo’). Pero también dice que los habitantes de la ciudad se molestaron por la enorme prosperidad que Isaac comenzó a abultar: «El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia» (Génesis 26:13-14). Por eso terminaron echándolo de su tierra, por miedo a él (Génesis 26:16). APRENDEMOS VARIAS LECCIONES: 1) La primera es que cuando Dios quiere bendecirte, nada podrá impedirlo, pero hay que darle la gloria a él. 2) La segunda es que el Señor no sabe dar poco, cuando su bendición llega, llega a chorros. 3) La tercera lección es que la prosperidad molesta a los envidiosos, a los mediocres, a los criticones, a los improductivos. Tu bendición es causa de maldición para el hombre malo. 4) La cuarta lección es que la bendición de Jehová tiene un costo, en el caso de Isaac significó que lo exiliaran de Gerar… ‘la bendición pesa’.

📌 Génesis 26:17-22 LUCHA Y PERSISTENCIA
– 17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. 18 Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. 19 Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, 20 los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek,[a] porque habían altercado con él. 21 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.[b] 22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot,[c] y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.

Una vez Isaac sale de Gerar, se dirige a los suburbios, o sea, al valle, al campo. Y allí se dedica a abrir los antiguos pozos de agua que su padre, Abraham, ochenta años antes había abierto (Génesis 26:17-18). Pero los pastores de esa comarca se apropiaron de los pozos, reclamando que el agua contenida en ellos les pertenecía, sin reconocer el esfuerzo y habilidad de Isaac de haber abierto los pozos que por años estuvieron cegados (Génesis 26:19-20). Esto ocurrió dos veces, pero Isaac insistió, y el tercer pozo que abrió no causó peleas, a este lo llamó ‘Rehobot’, palabra aramea que significa ‘lugares amplios’, o ‘lugar espacioso’ (Génesis 26:21-22). APRENDEMOS que, 1) Esperar en Dios, en su provisión, es espiritualmente correcto, pero a eso hay que sumarle proactividad, o sea, acción. Por eso Isaac, una vez llegó al valle, se puso de inmediato ‘manos a la obra’, a cavar pozos. 2) Aprendemos también que siempre habrá oposición, sobre todo cuando el proyecto en el que te encuentras es guiado por Dios. 3) Por último, aprendemos que la persistencia conlleva a la bendición. Por eso el nombre del tercer pozo es tan significativo, porque cuando eres constante, disciplinado, esforzado… el Señor te llevará a partes espaciosas, ampliará tu tienda, te dará un nuevo nombre, te llamará Rehobot.

📌 Génesis 26:23-25 COMUNIÓN
– 23 Y de allí subió a Beerseba. 24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. 25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

El relato nos dice que después de haber cavado el pozo llamado Rehobot, Isaac se dirigió a Beerseba, y allí tuvo una teofanía, es decir, una revelación divina. En dicha revelación le fue confirmada la promesa que Dios ya le había dado en Génesis 26:3-5. Pero en esta ocasión, y producto de la revelación, Isaac hace tres cosas: Edificó un altar, estableció su tienda y cavó un pozo. APRENDEMOS QUE, 1) Cuando estamos en la bendición (cuando estamos siendo prosperados), no debemos olvidarnos de la comunión; es preciso entonces hacer un alto en nuestro ascenso al éxito y dirigirnos a Beerseba. 2) Lo segundo que aprendemos es que Dios tiene no una, sino muchas promesas para sus hijos. Pero Isaac no habría recibido la segunda promesa si no hubiese ido a Beerseba (es importante hacer altos en nuestra ajetreada agenda y volver a lo espiritual). 3) Una tercera lección aprendemos de este pasaje. Así como Isaac edificó un altar, así también nosotros debemos hacer de la búsqueda de Dios la prioridad en nuestra vida. Así como Isaac instaló su tienda (o sea, se instaló a vivir allí), nosotros debemos instalar nuestros negocios, trabajos, proyectos, relaciones, ministerios, donde esté la presencia de Dios, porque así nos aseguraremos bendición. Por último, así como los siervos de Isaac cavaron un pozo, así también nosotros cuando veamos que estamos en la bendición, debemos querer más y más, pero sin caer en la ambición.

📌 Génesis 26:26-33 PAZ Y PROSPERIDAD
26 Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su ejército. 27 Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? 28 Y ellos respondieron: Hemos visto que Jehová está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo, 29 que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de Jehová. 30 Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron. 31 Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz. 32 En aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua. 33 Y lo llamó Seba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Beerseba hasta este día.

El capítulo finaliza diciéndonos que Abimelec, el rey filisteo que había hospedado a Isaac y que luego lo expulsó de Gerar, vino a verlo junto con dos hombres importantes de la ciudad (Génesis 26:26). El relato dice que reconocen en Isaac a un hombre bendito por Dios, por eso le ofrecen un trato de paz… tienen miedo de él (Génesis 26:28-29). En la madrugada del día siguiente hacen el pacto, y como confirmación de que esto venía de Dios, los siervos de Isaac le cuentan acerca del pozo que habían abierto en Beerseba (Génesis 26:32-33). APRENDEMOS QUE, 1) Si te mantienes fiel a Dios, amándole, sirviéndole, obedeciéndole y trabajando en la construcción de una vida mejor para ti y los tuyos, el Señor te honrará de muchas maneras; una de ellas será que los que te menospreciaron acudirán a ti para pedirte consejo, disculpas o incluso dinero. 2) Lo importante es que cuando esto ocurra, no te muestres arrogante, inmisericorde con los que te trataron mal; mientras puedas mantener la paz con todos, hazlo. Perdona y sigue con tu vida. 3) Por último, Dios siempre te confirmará que vas bien encaminado, lo hará por medio de palabra, sueño, revelación, pero también por medio del éxito de tus proyectos. En el caso de Isaac fue un pozo de agua como señal de que los errores cometidos en el pasado quedaron allí, ahora un futuro prometedor se presentaba ante él.

Bendiciones.

by Gabriel Gil.

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