¿Por qué me vino esta prueba si sirvo a Dios? – Teología del dolor

UNA PINCELADA DE LA TEOLOGÍA DEL DOLOR

La foto de arriba es del año 2016… cuando mi esposa aún no estaba tan enferma como hoy, si bien ya le costaba mantenerse firme. Detalles de la enfermedad que la aqueja por diez años no daré porque no es el propósito de este artículo, pero usaré su testimonio (y el mío como acompañante del dolor) para desarrollar este tema, así que presentaré una brevísima investigación de los posibles ‘porqué’ de su enfermedad, para luego terminar con mi propia conclusión que espero sirva a quienes se tomaron la molestia de leerme.

DOLOR Y SUFRIMIENTO

No es lo mismo el dolor que el sufrimiento, aseguran los expertos. El dolor es sencillamente una sensación de nuestro cuerpo físico- emocional que nos resulta molesta en mayor o menor grado, razón por la que habitualmente nos resistimos a ella: no queremos sentirla. Normalmente consiste en una experiencia transitoria, cambiante, que se diluye si la abrazamos y permitimos. El sufrimiento, por el contrario, puede alargarse indefinidamente: depende de nosotros crearlo o ponerle fin por medio de la aceptación, ya que se produce cuando nuestro pensamiento se resiste a una sensación que considera molesta. Cuando nuestro ego entiende que una circunstancia es negativa, intenta resolverla y se resiste a aceptarla. Pero al resistirnos al dolor, lo perpetuamos sin darnos cuenta. En esto consiste el sufrimiento.

El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, pero en ocasiones, sufrimos innecesariamente. Generalmente utilizamos dolor y sufrimiento como sinónimos. Sin embargo, para poder manejarlos adecuadamente, es importante entender la diferencia.

  • El dolor físico o emocional es el sentimiento negativo que surge ante determinadas situaciones o problemas, generalmente relacionadas con una pérdida o con un problema que nos afecta de manera importante. Surge en el instante en que somos heridos física o emocionalmente. Es una sola emoción, su duración es relativamente corta y es proporcional al evento que la produjo. Puede ser cualquier emoción que nos afecte: Tristeza por la muerte de un ser querido, estrés de enfrentar un problema, enojo, frustración, un golpe en una parte del cuerpo, etc.
  • El sufrimiento va un paso más allá. El sufrimiento es la respuesta cognitivo-emocional, que tenemos ante un dolor físico o ante una situación dolorosa. Es un conjunto de emociones y pensamientos que se entrelazan, adquiriendo mucha más intensidad y duración que el dolor emocional. De hecho, el sufrimiento puede durar indefinidamente, aunque la situación que lo provocó ya se haya solucionado.
  • Un antiguo maestro solía decir: «El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional». ¿Qué nos quiso decir? Que el dolor es parte de la vida, va a ocurrir, no se puede evitar (una muerte, un divorcio, un quiebre financiero, una decepción, una enfermedad cruel, un accidente automovilístico, un golpe físico, un asalto, etc.), pero sufrir más de la cuenta por ese dolor es algo que cada individuo puede elegir, ya sea permanecer en él y deprimirse o vivirlo solo lo justo, para luego dejarlo pasar (Libro 7 Claves para Enfrentar la Adversidad, de Gabriel y Fabiola Gil, páginas 43 a 47).

POSIBLES RESPUESTAS DEL PORQUÉ NOS VIENEN PRUEBAS:

Después de haber investigado varias escuelas de pensamiento, he realizado para ustedes un breve resumen de posibles respuestas a: ‘Porqué nos vienen pruebas a pesar de que servimos a Dios’.

  • HASHEM TE ENVIÓ LA PRUEBA: La teología rabínica antigua dice que Dios, el Creador de todo (השם), te envió esa enfermedad, crisis, pérdida, con un propósito. De Él proceden lo bueno y lo malo, aunque lo malo nunca es malo para sus hijos, por tanto la prueba es un don de Dios, hay que aceptarlo con sumisión absoluta.
  • CUENTAS PENDIENTES: El libro místico Zohar (‘el resplandor’) te dirá que la prueba te vino porque estás pagando pecados ocultos personales o de algún familiar cercano (padres, cónyuge, hijos). La prueba que estás viviendo es porque ‘tienes cuentas pendientes con el Creador’, sufrir la prueba es una forma de cancelar tu deuda.
  • PRODUCTO DE LA CASUALIDAD: La teología de la casualidad enseña que ‘lo único predecible de la vida es que ésta es impredecible’, por tanto la casualidad existe, es parte del peregrinaje humano. Las cosas fortuitas, inesperadas, existen (te vendrán eventos que no esperabas). La prueba que estás viviendo es parte de la casualidad del Universo, simplemente te vino sin ningún propósito claro; te tocó a ti por casualidad, nada más (Teología de la casualidad).
  • POR UNA CONDICIÓN GENÉTICA HEREDADA: La teología de la Genética de las enfermedades opina que «todos los humanos poseemos cuerpos imperfectos, esto viene casi desde el principio. Al entrar el pecado por un hombre (Adán) toda la raza humana se contaminó». Así por ejemplo la enfermedad de mi esposa es una herencia genética ya sea de su madre, su padre, algún abuelo o tatarabuelo… su enfermedad por tanto le vino a ella porque estaba en la sangre de algún familiar, pero también podría haberse manifestado en una de nuestras hijas, pero le ocurrió a ella, si bien puede todavía desarrollarse en nuestros retoños.
  • POR UNA MALDICIÓN GENERACIONAL: La teología de la Guerra Espiritual afirma que la prueba que estás padeciendo es producto de una maldición espiritual que arrastra tu familia, la misma que aún no ha sido cortada y que de no hacerlo puede transferirse a la siguiente generación. Los divorcios, las enfermedades, la pobreza financiera -según esta teología- encuentra respuesta en las maldiciones.
  • POR EL HECHIZO, CONJURO, MAGIA NEGRA U OTRO ARTILUGIO DEL DIABLO: Otra vez la teología de la Guerra Espiritual más radical dice que las enfermedades crueles, las pruebas prolongadas, la falta de éxito, la pobreza financiera, un divorcio o la muerte inesperada de un familiar bien podría ser ‘un trabajo de brujería’ que alguien hizo en contra de usted. Ese ‘trabajo’ hace que su vida no logre avanzar y que nos vaya de mal en peor.
  • POR MALAS DECISIONES PROPIAS: La teología de la Responsabilidad personal afirma que todas las pruebas que nos vienen son producto de auto-descuidos, malas decisiones, falta de sabiduría y mucha necedad de nuestra parte, que el único culpable de lo malo que nos pasa somos nosotros mismos. Por eso, afirma esa escuela, a veces pasamos más tiempo en el desierto por nuestras malas acciones.

¿POR QUÉ NACIÓ CIEGO?

Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús porqué el ciego había nacido así, antes de escuchar la respuesta del Maestro ellos ya tenían una idea preconcebida: «¿Por el pecado de sus padres o por su mismo pecado?» (Juan 9:2). Pero la respuesta de Jesús es magistral: «Ni por el pecado de sus padres ni por el mismo, nació así para glorificar a Dios» (Juan 9:3). De esta respuesta extraemos una gran verdad de la cual se desprenden cinco más. La verdad central es: LAS PRUEBAS TIENEN UN PROPÓSITO. De esto aprendemos 5 lecciones:

  1. Las pruebas -cualquiera sean- han sido puestas en nuestra vida para mostrar la grandeza de Dios; por tanto, el sufrimiento, el dolor y angustias deben aceptarse como un medio para testificar de Cristo. Recibe esto: ‘La prueba que sufres hoy puede ser la fortaleza que tu prójimo necesita para seguir caminando’.
  2. La prueba nos fortalece, nos hace más pacientes, más misericordiosos, más humildes, más dependientes de Dios. Por tanto, la prueba viene a mejorarnos, a corregir en nuestro interior lo que deba ser corregido aunque a veces no lo veamos. Las pruebas son correctoras del alma.
  3. La prueba es muestra de que Dios lo tiene todo planeado, nada ocurre al azar, nada es producto de la suerte, de Él viene lo bueno y lo malo, porque incluso lo que nos parece malo en verdad obrará para bien en algún momento de nuestra vida. Recibe esto: ‘Dios no juega a los dados con el universo’.
  4. Las pruebas son parte del gran rompecabezas divino. Sin esa prueba -enfermedad, divorcio, muerte, carencia financiera, tragedia- no podrías cumplir tu destino. La prueba es parte de la misión individual que a cada humano le ha sido designada. Así por tanto cada ser humano tiene una misión distinta a la de su compañero en esta vida, por tanto las pruebas también lo serán para cada uno.
  5. La prueba debe ser motivo de profunda reflexión personal, porque en ocasiones es la advertencia de que estamos abriendo la puerta al mal. Pero la buena noticia es que el mal puede y debe ser expulsado de nuestra vida; si dejamos de practicar ese pecado que tanto nos consume, nuestra vida mejorará.

Hay al menos tres versículos de la Biblia que nos pueden dar paz, tranquilidad al entender que Dios está en control de todo:

  • Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28).
  • El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste (Salmos 138:8).
  • Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella (Juan 11:4).

RESUMEN

El dolor es parte de la vida, no se puede evitar; el sufrimiento es opcional… decidamos sufrir en la medida justa para ser purgados, mejorados y elevados (el sufrimiento hace eso por ti). Pero no hay que aferrarse demasiado al sufrimiento ni tampoco evitarlo, es una estación en el gran viaje de la vida y como tal es momentáneo. El dolor marca al hombre, el dolor nos hace recordar que somos seres finitos y que después de esta vida terrenal nos espera una vida sin dolor, sin sufrimiento, una donde todas nuestras angustias quedarán atrás; por tanto, entre más pruebas pasemos y las sepamos sobrellevar, entonces mejor vida nos espera.

Finalizo con esto: «Señor, hazme entender que la vida es corta, para así vivirla con sabiduría» (Salmos 90:12). De esta oración de Moisés aprendo que: La prueba, carencia, crisis, pérdida, enfermedad, conlleva un elemento transformador positivo en el hombre, siempre y cuando permitamos al dolor convertirse en nuestro maestro.

by Gabriel Gil. Teología del dolor hecha carne

¿Se sanará mi esposa algún día? Una fe apasionada me impulsa a decir «¡amén!», una fe más bíblica me recuerda que algunos santos nunca fueron librados de sus enfermedades: Pablo, Timoteo. Y otros murieron de forma terrible: Jeremías, Pedro, Santiago. Por eso digo: «Aceptaré la voluntad del Creador así no me agrade, mientras tanto seguiré orando, leyendo, creyendo, ayudando a otros a caminar por el valle del dolor mientras yo mismo tengo mi propia vía dolorosa».

ARTÍCULOS QUE DEBERÍAN LEERSE PARA COMPLEMENTAR LA LECTURA

Una respuesta a “¿Por qué me vino esta prueba si sirvo a Dios? – Teología del dolor

  1. Maria Tereza Ferreira da Silva 6 agosto, 2021 / 12:26

    Lo que me toca vivir no lo puedo evitar, para que rebelarme?
    Lo que me toca aprender siempre va traer crecimiento. El Señor al que ama reprende y enseña al que debe ser perfeccionado.
    Si el Señor permite alguna circunstancia dolorosa en mi vida, por medio de ella traerá bendición, pues sus pensamientos y deseos siempre son de bien para darnos aquello que nosotros mismos anhelamos y El sabe
    que nos conviene.

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