ESE MIEDO QUE ME PARALIZA

miedoEl miedo es tan antiguo como la raza humana, ha estado con nosotros casi desde el principio, y digo casi porque en el diseño original no fue así. Pero, ¿qué es el miedo? ¿cómo podríamos definirlo? Un diccionario en la web nos da la siguiente definición: «La palabra miedo proviene del término latino metus. Se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la realidad» (http://definicion.de/miedo/#ixzz3d8vLFBGd).

El concepto miedo también se utiliza para referirse al rechazo o aversión que sentimos ante la sola idea que algo malo ocurra con nuestros seres queridos o con nosotros mismos: «Tengo tanto miedo que les pase un accidente a mis hijos», «me da miedo no salir de esta operación», «cuando me quedo sola en casa siento miedo no sé de que», «en ocasiones me da un miedo terrible a salir de casa, pienso que me pueden dañar, ¡pienso que voy a morir!». En fin, el miedo es una sensación desagradable pero debemos reconocer que a veces nos libra de verdaderos peligros, es a su vez un mecanismo de defensa ya que nos pone alertas ante amenazas a nuestro al rededor.

Angustia, la hija del Miedo

Un diccionario de medicina mental define  ANGUSTIA de la siguiente manera: «La angustia es el sentimiento que experimentamos cuando sin motivo nos preocupamos en exceso por la posibilidad de que en el futuro nos ocurra algo temido sobre lo que no tenemos control y que, en caso de que sucediera consideraríamos «terrible» o haría que nos consideráramos personas totalmente inútiles. También se puede definir la angustia como un sentimiento de amenaza cuya causa es por el momento desconocida pero que puede aparecer en el momento en que menos lo esperamos». La angustia suele desprenderse del miedo.

El mismo diccionario nos dice: «La angustia es un veneno psicológico que puede causar mucho daño, sin embargo, con la ayuda de un profesional es posible aprender a controlar los síntomas de la restricción mental y corporal de la reacción de angustia, e incluso eliminar las fuentes que originan temor y tensión nerviosa dañina en la vida. Escuelas como la cognitivo conductual ofrecen buenos resultados. Por otra parte, para superar las crisis de angustia, los psicólogos recomiendan aumentar el ejercicio físico, beber mucha agua y evitar la sobrecarga de tensiones». Y hablando de hacer caso a las recomendaciones de un profesional, consulté uno el otro día cuando pensamientos como los mencionados arriba comenzaron a pulular en mi cabeza, no dejé avanzar los síntomas y recurrí a su consulta en menos de lo que canta un gallo, ¿saben qué me dijo? Les comparto: «No te angusties. Confía en Dios, y confía también en mí» (Juan 14:1). No sé explicarles con exactitud que pasó en mí pero estas sencillas palabras bastaron para devolverme la tranquilidad, es que este profesional habla «como quien tiene autoridad» y no como un mero intelectual. Así que cada vez que vienen esos pensamientos fantasmagóricos que producen miedo y angustia recurro a Él en oración, leyendo Su Palabra, pasando tiempo juntos, escuchando música con contenido cristiano y bueno, el temor desaparece y en su lugar nace una sensación de paz que embarga todo mi ser.

El Miedo que Persiste (tomado de Ivan Hernández Santana -psicólogo-, en http://www.blogdivanhernadez.blogspot.com/2011/08/el-miedo-que-nos-paraliza.html)

Algunas personas hqdefaultprefieren vivir paralizadas o bloqueadas, acurrucadas en una esquina de sus vidas viendo las oportunidades pasar de largo sin ni siquiera saludar, sin percatarse de que ellas están ahí, temblorosas y pálidas. Y es que la vida no espera por nadie, continúa fluyendo sin parar… Todo momento es único e irrepetible, fugaz. Si no aprovechamos ese momento, por miedo, siempre será tarde. Por miedo, muchas personas han renunciado al amor, a un trabajo, a una experiencia maravillosa, a vivir su propia vida. El temor a veces nos convierte en nuestros propios verdugos y carceleros. Pero, ¿de quién es la responsabilidad?: absoluta y estrictamente nuestra. Suelo decir que los miedos están para plantarles cara y superarlos. Depende sólo de nosotros.

Nuestro sicólogo continua su relato y nos dice: «Cuando era un niño y veía alguna película de terror, después me pasaba la noche en vela mirando debajo de la cama o dentro del armario para comprobar si había alguien (o algo), y aunque veía que sólo había oscuridad (y alguna pelusilla que otra) seguía asustado y sin poder conciliar el sueño (reconozco que alguna vez recurrí a la calidez protectora de la cama de mis padres, barrera infalible contra los monstruos, fantasmas y brujas). Una escena bastante típica de los niños. Algunos adultos, en ocasiones, asumen un comportamiento parecido al descrito, sólo que con otro formato. Me explico: no tienen ninguna evidencia para pensar que eso que temen necesariamente va a ocurrir y, sin embargo, siguen teniendo miedo y se quedan bloqueados o paralizados sin poder actuar, decidir, arriesgarse, saltar o tomar las riendas de su vida. Realmente no hay nada (ni nadie) ahí y actuamos (o no actuamos) como si lo hubiese. Ese tipo de miedos no están debajo de la cama, en el armario, en el desván o detrás de la cortina de la ducha (lugares emblemáticos que albergaban el miedo según el género del terror), sino que se alojan en nuestra mente».

¿Cómo Vencer el Miedo?miedo-350

Podría escribir aquí cientos de remedios que expertos del comportamiento humano prescriben y que he encontrado en libros y páginas de internet, y bueno, algunas de esas recomendaciones son excelentes, pero quiero enfocarme en algunas que no aparecen en los libros de medicina, pero sí en el Libro Maestro, cuyo contenido nos promete una vida mejor…, libre de todo temor.

1ª Recomendación, Enfrenta tus Miedos con la Palabra de Dios:  La lectura de la Biblia es por lejos el mejor antídoto contra el miedo, ¿saben por qué? porque es un libro que transmite paz, esperanza, fe, valor, dominio, autoridad, y cada uno de «estos» sirve para contrarrestar el temor, la angustia. En las páginas de este libro sagrado encontramos varios versículos que nos animan a confiar en un Ser Superior, capaz de ayudarnos pues a pesar que muchos sicólogos afirman que nosotros mismos somos capaces de enfrentar nuestros miedos, hay ocasiones en que nos vemos superados y sólo con la ayuda divina podremos hacerles frente: «Pero enseguida Jesús les dijo: «Tengan ánimo, soy Yo; no teman» (Mateo 14:27); «No temas a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma» (Mateo 10:24-33); «Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará» (Deut. 31:6); «No se angustien por nada. Confiad en Dios, confiad también en mí» (Juan 14:1). Así que leer la Biblia, creer lo que ella dice y declarara en voz alta ciertos versículos es una herramienta poderosa para combatir el miedo, créelo.

2ª Recomendación, Somete tus Pensamientos a Dios: Muchos de nuestros temores son vana ilusión, fantasmas que deambulan por los sótanos de nuestra mente arrastrando cadenas, y lo peor de todo es que decidimos creer en esos fantasmas que en verdad no existen. Por eso Proverbios 10:24 declara, «Lo que el impío teme, eso le vendrá». Son temores que nosotros inventamos y que nuestra mente se encarga de alimentar. ¿Qué hacer? Llenar nuestra mente con los pensamientos correctos y someterlos al escrutinio de Dios…, ¡aprendamos a domesticar nuestra mente!: «Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida» (Proverbios 4:23); «En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso» (Filip. 4:8); «Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él» (2ª Corintios 10:5). Pero, ¿cómo entrenamos la mente? Lo primero es lo primero, aliméntala con la información correcta, entre ella, la lectura de la Biblia.

3ª Recomendación, Actúa en Fe: El miedo tiende a paralizarnos, por lo tanto una solución efectiva es hacer justamente lo contrario: ¡Accionar aún así tengamos miedo! ¿Acaso David no tuvo miedo de enfrentarse al gigante? ¡Claro que sí! ¿O es que Moisés no tuvo miedo de dirigir a Israel camino a la libertad? ¡Por supuesto! ¿Será que Jesús no enfrentó miedo al saber el tipo de muerte que iba a sufrir? ¡Absolutamente! El miedo es parte de nuestra naturaleza, pero no por eso nos quedaremos «debajo de la cama esperando que pase el peligro». Debemos movernos de nuestro sitio a pesar que la mente y el cuerpo diga lo contrario, a eso es lo que algunos llaman fe: «Y el Señor dijo a Abram: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré» (Génesis 12:1); «Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho» (Marcos 11:22-23); «Fe es la convicción de lo que se espera, la esperanza de lo que no se ve» (Hebreos 11:1).

Finalmente…

Hay una serie de recomendaciones más para combatir el miedo, pero para evitar que el presente artículo se haga más largo de lo que ya es sólo las mencionaré: 1) Tener un tiempo de oración a diario con Dios, 2) Asistir regularmente a una comunidad de fe (iglesia, célula, grupo de estudio bíblico), 3) Escuchar música cristiana con contenido doctrinal y teológicamente «sano», 4) Escuchar sermones y enseñanzas que le ayuden en su crecimiento de la vida cristiana, 5) Compartir con otros estos miedos que vienen a ti y pedir ayuda en oración, consejería, respaldo espiritual, 6) Lee libros que te ayuden a entender el porqué de tus temores, 7) Tus palabras tienen poder: Declara en voz alta la protección de Dios en tu vida, ya sea recitando versículos bíblicos, oraciones o simplemente palabras que afirmen tu confianza en Dios y en ti mismo.

Bibliografía consultada:

1.www.blogdivanhernadez.blogspot.com/2011/08/el-miedo-que-nos-paraliza.html

2. http://www.definicion.de/miedo

3. http://www.wordreference.com/sinonimos

4. ¡Ayúdenme, siento miedo! por Joyce Meyer en http://www.vidacristiana.com

5. Qué dice y Habla la Biblia, en http://www.quediceyhablalabiblia.blogspot.com


La Rueda de la VidaGabriel Gil es Coach Integral Sistémico y Mentor de vidas; de profesión teólogo y por vocación divina pastor; además escribe post, artículos y libros. Su misión en este mundo es “guiar a las personas hacia Dios ayudándolas a mejorar sus vidas”.

2 respuestas a “ESE MIEDO QUE ME PARALIZA

  1. RoxyNui 6 abril, 2017 / 23:58

    Gracias Pastor por compartir este tema, lo que más puedo apreciar de la enseñanza es que debemos aprender a sujetar nuestros pensamientos a la obediencia de Cristo y alimentarnos con la información correcta, bendiciones!

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  2. Roxana Durán 3 abril, 2016 / 18:37

    Gracias por estos articulos, me enseñan como combatir mis miedos y aún ser sanada o tomar control sobre ellos y no ser controlada por ellos.

    Ocupar mi mente en lo que nos manda filipenses 4:8, creo que es lo mas sabio para combatir mis miedos.

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